viernes, 12 de mayo de 2023

DE LAS ROCAS DEL LUGAR Y LAS PIEDRAS FORASTERAS

Diferente aparejado de los materiales del muro, abajo a soga, arriba en espina de pez.

         Los ríos nos permiten echar un vistazo a la geología que de otra forma nos sería imposible, por un lado la del propio lugar cortando en los cañones, gargantas y foces los materiales de la zona, formados en ese mismo punto (autóctonos); y por otro nos permite conocer los materiales por los que atraviesa aguas arriba, formados lejos de allí, (y por lo tanto forasteros, alóctonos), con los sedimentos que arrastra y deposita en las terrazas fluviales.

         Si el recorrido es reducido o no hay mucha variedad en las rocas (litología) no habrá mucha diferencia en los sedimentos que encontramos; pero si como es el caso del rio que nos ocupa, el Gállego, que va trasportando materiales de cada zona que atraviesa, la variedad es grande pues nace en las zonas de Pirineo más antiguo, de ahí transporta granitos y mármoles pero también rocas volcánicas como andesitas y más raramente basalto, atraviesa sierras de donde toma calizas, de los somontanos conglomerados y areniscas aunque estas últimas como son blandas pronto desaparecen, y finalmente los materiales más recientes que atraviesa de rocas evaporitas como el yeso y las calizas lacustres, antes de desembocar en el Ebro. Así tenemos en sus orillas ejemplos prácticamente todos los tipos de rocas del Alto Aragón, ordenados por el rio según su caudal por peso y tamaño, pero en un popurrí geológico.

 

Muro de la antigua papelera con diferentes materiales.

         Esta variedad de rocas ha propiciado diferentes usos según sus características por los habitantes de la ribera del rio. Un buen ejemplo lo tenemos en la tapia de la antigua papelera de Gurrea de Gállego, realizado con mampuestos y cantos rodados dispuestos según estabilidad, peso y seguramente manejo (cuanto más pesado más cuesta levantarlo y que la pared se mantenga).

         En especial en paredes de buro(arcilla), en la base a modo de zócalo se sitúan los materiales más duros y pesados, dan estabilidad y resistencia a las salpicaduras del agua de lluvia. En zonas de somontano se usan para este fin sillares o sillarejos de arenisca, y sobre ellos se levanta la pared de arcilla (la arcilla también es un roca, aunque como sabemos muy blanda), con paja en la adobas formado pequeños bloques como ladrillos pero más gruesos, y en el tapial dentro del encofrado en la misma pared donde se construyen, a veces con la arcilla se añade algo de cal y grava. Este muro a base de arcilla si no se encuentra debajo de un tejado, ha de ser protegido de la lluvia con tejas, ladrillos o con una generosa capa de ramas de aliaga o de boj.

         Aquí dada la variedad de materiales y la gran longitud de la tapia, se opto por situar en la base bloques de roca de yeso, que por su forma ortogonal y aparejados a soga darían estabilidad al conjunto.  Inmediatamente arriba, una hilera o poco más, de cantos de rodados de la terraza fluvial del rio Gállego, destaca el granito y varios tipos de caliza, son las rocas más duras y pesadas pero su tamaño más reducido y forma redondeada les resta estabilidad, por lo que no se situaron en la base como los bloques de yeso, y son intercalados con algún mampuesto y dispuestos en espina de pez. A continuación el material que domina es la arcilla, usada como tapial, y por encima de este, adobas. Todo ello enlucido, y es la caída de este, lo que nos permite ver su constitución. 

         

1,Las rocas del lugar,corte del rio Gállego en los materiales del Terciario en el Valle del Ebro: arcillas, yesos, y calizas lacustres.
2, Por encima, las piedras forasteras, los materiales de la terraza fluvial con origen muchos de ellos en el Pirineo.

     Rematado todo por una albardilla de ladrillo macizo y mortero en caramollopara facilitar que escurra el agua y así proteger sobretodo a las adobas y el tapial.  Es pues un uso inteligente y a la vez bello de los materiales encontrados en la zona.

Texto y fotos: Miguel Ortega

miércoles, 12 de abril de 2023

LA LECHERA Y EL CUENTO DE LA NIEVE

          El interés de los cuentos es que suelen tener, al igual que muchos mitos y leyendas, una función instructiva de cómo funciona el mundo, de como nos podemos desenvolver en él, y de los peligros de muchas “buenas ideas”.

         Este es el caso del cuento de la lechera, lo conocéis no?; la enseñanza sería de alguien: una persona, (vale también institución o corporación), que tiene un recurso muy bueno y sueña con irlo vendiendo, transformándolo; como es un sueño en cada paso tiene más valor monetario, y se parece menos al recurso inicial. Pero al final, ensimismada en sueños de gloria fácil (es lo que tienen este tipo de sueños, no necesitan de acomodarse a la realidad, ni siquiera de tener mucha visión de futuro) un tropezón, y se cae el cántaro de leche, entonces  la lechera vuelve a la realidad. En ese momento se da cuenta de que todo era un sueño, y que al no estar pendiente del momento en el que vive, de la realidad que todos ven, el recurso que tenia lo ha perdido, por lo que está peor que al principio.

 


         En el cuento el recurso era la leche, pero hoy día podía ser la nieve, lo que ocurre es que la nieve es una industria que consecuencia del clima, cada vez más seco y cálido si atendemos a los datos de los científicos, y no ha momentos puntuales, va en desaparición en nuestras latitudes. 

         Resulta irónico (mejor seria decir absurdo) que se quiera invertir dinero en una industria que va a decrecer, lo peor va a hipotecar el futuro económico al destruir el recuso de un valle prístino; y con el dinero que se va a tirar (bueno seguro que alguien lo recoge antes de tirarlo), nos podríamos preparar y adaptar la industria de la nieve a lo que viene.

 

         Y este recurso se encuentra en un territorio con un alto valor natural, estético y también turístico, que no necesita publicidad, decimos Pirineos y todos asociamos con montañas, altas cumbres nevadas, naturaleza privilegiada, buen estado de conservación,…podemos asegurar que es imagen de marca líder.

 

         Como turistas anhelamos territorios diferentes a los nuestros, así los de la Europa seca, buscan territorios verdes llenos de agua con olor a hierba, y los de la Europa húmeda, territorios soleados, con amplios horizontes, llenos de plantas aromáticas. Las ganas de viajar funcionan por el deseo, y siempre deseamos lo que no tenemos, (aunque luego muchas veces nos damos cuenta que tampoco era para tanto); pero a nivel social y de redes demostramos que hemos estado ahí y eso importa. Buscamos experiencias que nos igualen al resto, y después otras únicas que nos sitúen por encima, esto aunque parezca mentira es muy biológico y si otros animales tuvieran dinero también lo harían.

Podemos optar a un turismo más relacionado con el medio con sus gentes donde el aliciente sea comprender el lugar y disfrutar sus matices a lo largo de todo el año, no en un momento concreto; como en la cata de un buen vino, disfrutando de su riqueza en  sensaciones, en saborear su complejidad, y no en pensar hay que tomarlo con gaseosa.

         Señores de la lechera, no será mejor vender la leche de forma sensata y no matar a la vaca. No destruyáis el territorio que nos permite vivir.

Texto e ilustración: Miguel Ortega

 

martes, 21 de marzo de 2023

PONGA UNA CRISIS EN SU VIDA, Y EVITE LA CATÁSTROFE (los incendios forestales)


Las perturbaciones y pequeñas crisis pueden evitar las grandes catástrofes, como ocurre con los incendios. A pesar del dolor y destrucción que llevan asociados. La naturaleza se recupera de los pequeños incendios pero de los de sexta generación es muy difícil.   

        En nuestra relación con la naturaleza, algunos procesos solo los vemos como algo perjudicial, cuando son parte de la misma naturaleza y por lo tanto inevitables y necesarios en su justa medida, pues definimos lo bueno o malo de acuerdo a nuestros intereses como individuos y como seres humanos; cuando en la naturaleza, algo es bueno o malo según el momento y su intensidad. Un ejemplo sencillo es el agua, imprescindible para la vida, es algo bueno, pero fuera de su momento o una cantidad indeseada, ejemplo una riada, esa agua ya es mala, aunque recargue acuíferos, y la erosión que provoca son nutrientes y sedimentos que mantienen un delta en la desembocadura del rio en cuestión, como en el Ebro y toda la comunidad de seres vivos que habita la zona.

         Otro ejemplo más, en especial en la temporada veraniega, son los incendios, ante ellos tenemos dos verdades, siempre que exista vegetación habrá incendios, da igual que sea la taiga, una selva lluviosa o una turbera, y cada vez los incendios son más intensos en la Península Ibérica.

En la naturaleza las cosas no son ni buenas ni malas, el agua es vital, se aprecia mejor en las zonas secas. pero un exceso puede crear problemas, en este caso los propietarios de campos en zonas de inundación, pero para el soto del rio entra dentro de la normalidad.

         El fuego, simplificando mucho, no es más que una reacción en la que la materia vegetal se trasforma y puede volver a ser reutilizada por los ecosistemas. Las cenizas son un buen fertilizante y el CO2desprendido contribuye al efecto invernadero, sin él los contrastes térmicos en la superficie de nuestro planeta, serían tan grandes que dificultaría mucho la vida en el planeta, al menos tal y como la conocemos (tenemos los ejemplos de La Luna, Marte,…con atmósferas muy tenues); por lo que el COno solo no es necesariamente malo, sino que en su justa medida es imprescindible y las plantas lo necesitan para producir glucosa y de ahí celulosa….. (y nosotros de forma directa o indirecta nos alimentamos de ellas), otra cosa es que ahora exista un exceso de este gas en la atmósfera y conlleve un veloz cambio climático como ocurre en la actualidad por las actividades humanas. 

         Si tenemos vegetación y se dan las condiciones adecuadas, solo nos falta la chispa para que se inicie el fuego. Y los competidores con el fuego son los herbívoros, y las plantas consumidas no pueden arder. Consecuencia de los incendios y los herbívoros en un mundo en el que la humanidad no tenia capacidad transformadora crean los territorios en mosaico, zonas de bosque con distintas etapas de desarrollo, de incipiente a maduros, con zonas abiertas mantenidas por los grandes herbívoros, o sea nada de un bosque continuo con una ardilla que viaja a través de él. Curiosamente este tipo de territorios en mosaico son los más diversos, complejos y con mayor capacidad de recuperación, y aunque están en continuo cambio, son los más estables ante cualquier perturbación o crisis.

 

         Ahora toca la siguiente verdad, cada a vez los incendios son más destructivos. El fuego necesita aparte de las condiciones ambientales adecuadas (sequedad, calor, viento) y la chispa que inicie el proceso, combustible, y como sabemos cuando hacemos una hoguera cuanto más seca la leña mejor prende, y cuanta más leña pongo más intenso es el fuego y más difícil de controlar. Bueno a quien le guste ver fotografías antiguas de paisajes podrá observar la escasez de árboles, incluso en zonas hoy totalmente arboladas. Lógico hace 100 años y menos, la madera se usaba para todo, como ahora el plástico, y el combustible antes del petróleo y la electricidad era la leña y sus derivados, no solo en los hogares también en hornos y en industrias. Por consiguiente, había pocos incendios graves pues había poco que quemar, a  pesar del elevado número de fuegos para regenerar pastos o por la quemas de rastrojos por la agricultura. Así, ahora, tenemos más combustible en un clima cada vez más seco y más cálido, solo falta la cerilla o el rayo, a la naturaleza le da igual el origen de la chispa. 

Si hay vegetación tarde temprano habrá un incendio, por lo que para los ecólogos del fuego, lo mas importante es su frecuencia y su intensidad, y esta última viene determinada por la cantidad de vegetación que hay.

         Algo que dejan claro los ecólogos del fuego, es que siempre tendremos incendios y que lo importante es su frecuencia e intensidad, si los incendios se espacian en el tiempo, y no hay un consumo de plantas y de leñas, la cantidad de combustible es mayor, en estos fuegos se llegan a temperaturas más altas y están ardiendo durante más tiempo, incluso dificultan la recuperación de plantas adaptas a los incendios.

         Por lo que empiezan a ser frecuentes los incendios de sexta generación, sus temperaturas son tales que antes de llegar el fuego, la vegetación ha muerto y se ha secado por muy verde que estuviera, el incendio crea su propio clima; además el aire caliente del incendio llega a la troposfera se enfría y baja creando focos de fuegos en zonas alejadas del frente. El incendio seria la crisis, la tormenta de fuego la catástrofe.  

Texto y fotografías: Miguel Ortega

viernes, 17 de febrero de 2023

PAISAJE EN TRES ACTOS


Paisaje de las Sierras Prepirenaicas Exteriores, Bentué de Rasal, valle del Garona, Huesca.

    Tal vez pensemos que con la tecnología podemos vivir de forma independiente al medio natural, pero fuera de las ciudades las cosas se ven mucho mas claras, el medio determina nuestra forma de vivir y nosotros influimos en él. No somos solo espectadores de la obra teatral de la naturaleza, también actuamos.

         

         Primer acto, el soporte geológico

El valle se desarrolla de este a oeste, su fondo es de una roca blanda denominada marga (una mezcla de arcillas y caliza) delimitado por dos grandes alienaciones de relieve uno al sur (izquierda), constituido por roca calizas formadas en el fondo marino y otro al norte, (derecha) donde ya aparecen materiales de tipo deltaico y continental como las areniscas. Todo el conjunto como consecuencia del levantamiento del Pirineo se encuentra inclinado, en el fondo del valle los sedimentos acumulados enmascaran esta disposición. Como vemos cada tipo de roca va tener unas características físicas y químicas, y un tipo de relieve, condiciones que influirán en los recursos disponibles para la población. 

El fondo de valle plano ha permitido el cultivo en pequeñas parcelas y solo se  mantienen en las que la maquinaria puede entrar. El resto poco a poco vuelve a su origen forestal.

         Segundo acto, el clima y la vegetación  

La altitud de estas sierras permiten el interceptar los frentes de nubes, con lo cual las precipitaciones  son mayores en las zonas altas que en el valle o el la cercana Tierra Plana (el Valle del Ebro). Pero aquí entran las características de la roca, mientras las margas, y también aunque menos las areniscas, son rocas impermeables que permiten los cursos de agua superficiales, las calizas del flanco sur son permeables, el agua de las precipitaciones desaparece rápidamente, los barrancos son secos salvo en casos de muy intensas precipitaciones y a veces ni eso; y el agua aflora,  si lo hace, cuando ya no puede profundizar más al llegar a rocas impermeables o a nivel del acuífero del rio. 

El relieve nos solo va a interceptar las nubes sino que por su orientación, la zona orientada la norte recibirá más precipitaciones y  estará en invierno menos soleada, de ahí su nombre de umbría, mientras la otra cara, la orientada al  sur, recibirá menos precipitaciones y tendrá mayor insolación de ahí el nombre de solana. La solana es seca y soleada,  y la umbría es húmeda y sombría, tendrán pues unas condiciones climáticas muy diferentes a pesar de estar una junto ala otra de otra, separadas solo por la línea de cumbres y estas diferentes condiciones  se reflejaran en la vegetación.

Si nos centramos en el arbolado de la sierra situada más al sur, veremos que la ladera de solana estaría cubierta de vegetación mediterránea, de hoja perenne adaptada a vernos secos, dominando la carrasca;  mientras que la umbría dominarían especies centro europeas de hoja caduca como robles quejigos y en algunos puntos las hayas y tejos. 

 

Casa tipica de la  zona: paredes de sillarejos y mampuesto, tejado de losa de arenisca y gran  chimenea de tosca

         Tercer acto,  la acción de los animales, y sobre todo la humana 

El uso que se ha hecho del territorio ha sido utilizar las zonas de fondo de valle, más llanas, para los cultivos y las zonas altas, los collados sometidos a fuetes vientos y menos arbolado, como zonas de pasto veraniego. Las laderas de los montes se dejarían como bosque con sus aprovechamiento de madera, leña, etc.. Pero al aumentar la población, recordemos que todo el Pirineo ha sufrido épocas de sobrepoblación, se roturaron campos en zonas de ladera, bien cultivos itinerantes o con bancales, se elimino gran parte del bosque para crear nuevos pastos, así como se incremento la extracción de leñas y carboneo. De manera que a mediados del pasado siglo, el bosque era mucho más escaso que en la actualidad; y el abúndante ganado impedía la regeneración del mismo.

Y las rocas también tenían su utilidad se hacían hornos de cal y de yeso, para usarlos en la construcción. Las edificaciones se hacían de piedras, no muy trabajadas (mampuestos y sillarejos), salvo en esquinas, y vanos de puertas y ventanas, usándose la arenisca preferentemente al ser “de trabajo mas fácil”, por ser más blanda que la caliza; y la tosca una piedra “que crece” en los rezumaderos, que  al ser ligera, poderse cortar con serrucho y ser lo suficientemente resistente se empleaba en bóvedas y las campanas de la grandes chimeneas de la zona. La arenisca incluso se usaba en los tejados, como las lajas de esta roca son gruesas los tejados se reforzaban con la “en tiempos” abundante madera de la zona, para que aguantaran el peso de propio tejado y de la nieve que solía caer en toda esta zona.

Antes de la fabricación industrial del hielo y coincidiendo con un periodo frio llamado PEH (Pequeña Edad del Hielo), la nieve se recogía y almacenaba, en las cercanas hay varios pozos de producción; y luego en forma de hielo se baja y se distribuía en las zonas de llano.

 

Las épocas de sobre población humana tuvieron su impacto sobre el medio, especialmente sobre la vegetación y los grandes animales (incluso los jabalíes escaseaban),  la reducción de recursos supuso migraciones  de sus pobladores, el sistema de “la casa”, favorecía que los no herederos migraran, en una economía autárquica tenia que haber un equilibrio entre recursos y necesidades. Y a mediados del siglo pasado las migraciones fueron de no retorno, no solo de personas, sino de poblaciones enteras. Lo primero que se abandonaron fueron los campos y pastos menos productivos y los situados más lejos. La vejación se fue recuperando poco a poco, primero con matorrales como el boj y el erizón, y ahora poco apoco el arbolado, muchos a partir de rebrotes o de árboles solitarios que habían permaneció con alguna función, huega, refugio del ganado, o que simplemente se encontraban demasiado lejos e inaccesibles etc.  

Así una vez cesada la presión humana, la naturaleza retorna, pero de forma diferente, hay suelos agotados, erosionados, el clima no es el mismo y hay nuevas especies, pero poco a poco cierran las heridas, y el espectáculo continúa. 

Texto y fotografías: Miguel Ortega

 

 

martes, 3 de enero de 2023

DE BOSQUES Y SELVAS DEL PIRINEO (y III)


Esta haya solitaria, denominada el Faballón, se encuentra en el puerto del Portalet (1794m) y pistas de esquí de Formigal, y evidencian el carácter forestal de la zona a pesar de la ausencia arbolado en estos pastos de origen ganadero.
 
    Ya hemos visto como la vegetación con ellos los bosques de forma espontanea y se asientan donde las condiciones climáticas les son mas favorables agrupándolas en pisos de vegetación, pero hay más circunstancias que les influyen en su distribución su extensión y depende de otros seres vivos.

         Los depredadores de las plantas son los animales herbívoros y  los de gran tamaño, desde corzos  a ciervos pasando por el ganado doméstico, se pueden alimentar de las hojas de los árboles, pero solo de las que están más bajas, y con su ramoneo ayudan a que los árboles tengan el porte con el tronco despejado. También se van a alimentar de los nuevos arbolillos y de los rebrotes, así como dañaran las cortezas de otros muchos, por lo que un exceso de herbívoros puede dificultar la regeneración del bosque. Estos animales son los que van a mantener los claros del bosque impidiendo que vuelvan los árboles, pues dentro del bosque maduro, en el suelo no hay casi comida por la falta de luz y la mayoría de las hojas de los árboles están ya muy altas.

         Otro caso son los insectos cuyas larvas se alimentan de las hojas de los árboles, normalmente no se notan los efectos de su alimentación, pero están sometidos a periódicas explosiones de su población, entonces vemos a sus árboles nutricios sin hojas con aspecto de muertos. Pero si no hay otros factores como otros parásitos, sequias, etcétera, los árboles y el bosque se recuperan solos.

Gave du Broussé, fondo llano del valle destinado originalmente a cultivos, laderas forestadas, y donde disminuye la pendiente pastos de verano pero de origen antrópico sustituyendo la parte superior del bosque.

         Los humanos no nos alimentamos de los árboles del bosque, si de los frutos de algunos de ellos pero sobre todo la base de nuestra alimentación son cultivos herbáceos y para tener suficientes, y de frutales, hay que hacerlo sustituyendo al bosque por ellos.

         Desde un punto de vista tradicional los humanos en el Pirineo han habitado sobretodo el fondo de los valles, donde han eliminado los bosques de esa zona, principalmente robledales a favor campos de cultivo, (dejando algunos ejemplares como trasmochos) aprovechando un territorio menos escarpado, y receptor de agua y nutrientes de las laderas que se encuentran por encima. En la ladera se mantenían los bosques, pues producían madera y estabilizaban las vertientes que además eran demasiado empinadas para cultivarlas. Y por encima del bosque los pastos de verano del piso alpino; el rebaño en invierno se alimentaría en los campos del valle que se dejaban en descanso. 

         Si la población humana descendía y por lo tanto su presión, el bosque recuperaba terreno. Pero si la población aumentaba, el bosque se eliminaba para obtener madera para la construcción y carbón vegetal; y se creaban bancales en las laderas para establecer campos de cultivo, pero a pesar de ellos la erosión aumentaba, sobre todo por los cultivos itinerantes en los que no se aterrazaba el suelo. 

         De una forma sencilla se podría decir que la superficie agrícola determinaba el número de habitantes, y la superficie de pastos y el numero de cabezas de ganado la riqueza de los mismos; el termino riqueza habría que explicarlo, pues muchas personas trabajan a cambio de la comida, y los criados de las casas, el ahora “personal contratado” por las casas, dormía en las cuadras.

         Con la “Reconquista” se consiguen nuevos territorios en el Valle del Ebro, pero ante fronteras que se desplazan según las batallas, en los campos no es seguro que la cosecha se pueda recoger, por lo que se impulsa la ganadería, pues los rebaños si se pueden mover a la vez que las fronteras. Además estos nuevos territorios son buenos como pasto, pero solo para el invierno, por el clima seco de la zona. El problema lo solucionaron ampliando los pastos de verano que había de forma natural por encima del bosque, eliminado los árboles del bosque los cuales se talaron, quemaron, y se arrancaron las cepas, tal y como atestiguan los sedimentos de los lagos pirenaicos, para crear los pastos que hoy día vemos a cotas mas bajas del piso alpino, y que desde entonces la ganadería ha mantenido. 

         Hay una forma muy sencilla de comprobarlo, lo que este por debajo de esos 2000 metros de altitud que hemos usado de referencia como límite del bosque tiene un origen humano, observando grandes árboles normalmente hayas que crecen en mitad de estos prados, o fijándonos como las zonas menos pastadas o en abandono de los prados se cubren de matorrales como el erizón y el boj, y van apareciendo pinos como el silvestre que crece a menor altitud que el pino negro. El que a veces hallan situado pistas de esquí en estos pastos no alpinos no nos debe confundir.

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Brinzales de haya recolonizando los pastos que sustituyeron al hayedo, la falta de mantenimiento y la reducción de las cabezas de ganado permiten la recuperación del bosque.

         Por lo que si la vegetación va variar según la altitud y al orientación tanto al sol como a los frentes de nubes, también lo hará según se este recuperando de perturbaciones como incendios y aludes, del efecto de otros seres vivos y sobre todo de la influencia humana. Basta compara zonas actuales de bosques que en fotos de hace menos de un siglo eran auténticos eriales. Y como demostración de cómo la naturaleza esta en continuo cambio, cada vez se ven mas pimpollos de pino negro por encima del limite forestal, y esto puede ser por dos causas, una el clima cada vez más cálido y otro el descenso en la presión ganadera; aunque puede que las dos estén actuando a la vez.

 

         Por lo que los bosques primarios maduros, si queda alguno, escasean y se encuentran en lugares recónditos; la lejanía y la inaccesibilidad son unas medidas de protección muy eficaces. 

 Texto y fotografías: Miguel Ortega

viernes, 9 de diciembre de 2022

DE BOSQUES Y SELVAS DEL PIRINEO (y II)

En primer plano ladera de umbría con pino silvestre,  al fondo laderas de solana en la que domina el roble quejigo, en este momento del año con la hoja seca.

        Todos sabemos que no todas las plantas necesitan las misma cantidad de agua ni las mismas temperaturas, así de una forma natural tienden a situarse en las zonas donde el clima les favorece. Igual le ocurre a los árboles y a los bosques que forman, así, podemos representar esta sustitución de unas plantas por otras, según cambian las condiciones climáticas en pisos climáticos o de vegetación, los más bajos son los más secos y cálidos, y según ascendemos pasan ser más húmedos y más fríos. Y, según nos movemos en altura, los pisos vegetación cambian; y de igual forma si nos alejamos a acercamos hacia las costa y al origen de los frentes de nubes, o cambiamos de orientación solana/umbría.

 

         La limitación en altitud de los árboles vendrá dada por el frio, mejor dicho por el tiempo en el que las temperaturas les permita crecer y completar el desarrollo de las hojas; pues si estas llegan al invierno sin la “cubierta” que las protege del frío y la desecación, morirán por las heladas. No ocurre lo mismo con arbustos leñosos rastreos y herbáceas, que quedaran en invierno protegidos por la nieve dada su menor talla, y les permitirá poder vivir a alturas mayores, siempre al amparo de la nieve. En nuestra cordillera la limitación en altitud de los árboles esta en unos 2700 m en ladera de solana y en la zona central de la cordillera, donde hay menor nubosidad, son pinos negros que crecen separados unos de otros, y que según bajamos van creciendo cada vez más juntos hasta formar un bosque, ¿a que altitud? Pues dependerá de la orientación, suelo y de otras muchas cosas; podemos decir una altitud de referencia de unos 2000 metros que como explicaremos raras veces se cumple. Respecto al límite del bosque, como vemos, éste según ascendemos se va aclarando pasando progresivamente a árboles dispersos, por lo que a la hora de situar el límite en altura, también influirá lo que consideramos que es un bosque, desde una definición estricta, donde la luz captada por los árboles limita el desarrollo de la vegetación bajo ellos, a un conjunto de árboles más o menos juntos.

 

Pisos de vegetación, tomado del Atlas de Flora del Pirineo Aragonés, 1997. Zona central,  rio Cinca.

330-999 m Basal: pino carrasco. Montano inferior: carrascal.

1000-1699 m Montano superior: quejigar; en zonas mas secas y pedregosas: pino larício; con más frío: pinar de silvestre y con más humedad: hayedo y bosque mixto.

1700-2299 m Subalpino: pinar de pino negro.

2300-3404 m Piso alpino y subnival: solo arboles aislados.         



        Partimos de una imagen idílica de nuestro Pirineo completamente forestado, salvo en las zonas de cumbres donde el frio no lo permite, o las zonas rocosas donde el suelo, reducido al que se encuentra en grietas y pequeños rellanos solo deja existir a árboles aislados. En el resto cada tipo de bosque ocupa su lugar a veces como franjas altitudinales, en otras son parches dentro de otras masas, que reflejan los cambios de condiciones ambientales, esta sería la llamada vegetación primaria o  clímax. Pero la naturaleza es algo dinámico esta sujeta a continuos cambios y el bosque se va adaptando a ellos, y para ello tiene sus mecanismos.  

         Así, estos bosques primarios sufren pequeñas oscilaciones climáticas que pueden ser absorbidas, mejor cuanto más compleja es la comunidad vegetal, pero perturbaciones como desprendimientos, aludes de nieve o incendios dejan huella. Los aludes hacen bajar la cota superior del bosque pero no de una forma uniforme, los incendios pueden llevar a una perdida de suelo, sobre todo si después de ellos vienen grandes tormentas que arrastran cenizas y suelo. 

         El bosque se puede recuperar, recoloniza el territorio con una sucesión vegetal que empieza por herbáceas, pequeños matorrales y árboles pioneros, la llamada vegetación secundaria, hasta que el suelo no se restituya no volverá el bosque primario; pero si las perturbaciones se repiten demasiado frecuentemente, no volverá nunca. Y será sustituido por ese bosque o solo matorrales con plantas pioneras, acostumbradas a menos humedad en el suelo, y que pueden ser permanentes porque son reflejo de las nuevas condiciones.   

 

         

Pasillo abierto en el bosque por los aludes, si estos se espacian mucho en el tiempo el arbolado tiende a cerrarlos. 

         Y el resto de seres vivos también influye en los árboles y el bosque. Hongos e insectos pueden matar algunos árboles; en especial ejemplares viejos, con una fertilidad ya muy limitada, con la degradación posterior de la madera permiten que los nutrientes del árbol vuelvan al ecosistema y dejan espacio para otro árbol. Un rodal de árboles muertos en nuestros bosque ideal no es perjudicial pues permite la existencia de árboles de diferentes especies (las del bosque primario y la colonizadoras de la vegetación secundaria) y edades, diversificando y creando una mayor complejidad, lo cual es bueno apara el propio bosque. Le ayuda a ser capaz de recuperarse tras una perturbación.

         Pero si la mayoría de los árboles están debilitados, por ejemplo a consecuencia del estrés por sequia, hongos e insectos parásitos pueden extenderse por grandes extensiones, ayudando a un cambio de especie dominante de árbol en ese territorio. 

 

 Texto y fotografias: Miguel Ortega


martes, 22 de noviembre de 2022

DE BOSQUES Y SELVAS DEL PIRINEO (y I)

En el Pirineo, la orientación  de la cordillera de oeste a este, va a determinar una diferencia de temperaturas, en especial en invierno, entre la solana y la umbría.

Los bosques los asociamos siempre con el misterio, con el miedo a perdernos pues la vegetación no nos deja ver el horizonte, con lo marginal pues se hallan lejos de las poblaciones, y en él hacemos habitar a los seres de nuestra imaginación. Pero poco a poco vamos comprendiendo como funciona este superorganismo donde todo esta relacionado y que es mucho más que a suma de sus partes. Pero para entenderlo tenemos que empezar por el principio.

 

         Para entender la vegetación y en nuestro caso el arbolado de los Pirineos, tenemos primero que considerar la posición y ubicación de la cordillera, y lo vamos a hacer pensando en su extensión geográfica, pues si consideramos la geológica nos saldríamos del ámbito esperado.

         Situada sobre el istmo que separa la Península Ibérica de Europa es evidentemente una zona de paso para la dispersión de organismos terrestres, y hasta cierto punto y por simplificar, frontera entre lo mediterráneo, al sur, y lo atlántico, al norte, es decir entre organismos adaptados a veranos secos o no; reconozco que es un versión muy simplificada, pero nos ayudara a entender la complejidad posterior. Aunque el desarrollo transversal de esta cordillera, de oeste a este, con inexistencia de valles que la atraviesen completamente de norte a sur (salvo las zonas costeras), hace que tenga más un papel de barrera que de zona de paso. 

         Esta característica, su disposición transversal a modo de barrera, tomó gran relevancia durante las glaciaciones, pues los organismos se encontraban siempre un muro, la propia cordillera, que dificultaba o imposibilitaba las migraciones tanto hacia el sur como hacia el norte. Esto, y centrándonos ya en los árboles, redujo el numero de especies que pudieron dar el salto y cruzarla; de hecho podemos comparar el número de especies de esta cordillera con la de los Apalaches en Norte América que dispuesta de norte a sur, dispone de un número mucho más  elevado, por ejemplo de caducifolios, pues durante las glaciaciones las migraciones se veían favorecidas por la disposición de valles y crestas que en términos generales, no se oponían sus desplazamientos.

 

Las pendientes pronunciadas más proclives a sufrir erosión, la escasez o ausencia de suelo, o la excesiva permeabilidad como en las zonas de roca caliza, imposibilitan que exista agua a disposición de las raíces de las plantas y por ello el desarrollo de la vegetación, en especial de bosques.  

         Suelo

         El Pirineo es una cordillera reciente, con relieves muy marcados, y  pendientes y paredes muy desarrolladas, y estos no son lugares muy favorables para los bosques, no tanto por una cuestión de ph del suelo sino de la permeabilidad. A las plantas no les resulta tan importante el agua de las precipitaciones como la cantidad de agua que queda disponible en el suelo. En suelos en pendiente, esqueléticos, poco desarrollados o muy permeables, como la roca caliza, el agua no permanece, por lo que a las plantas les resulta como si hubiera menos precipitaciones, bastante menos.

 

La orientación de la cordillera también influye en las precipitaciones, la ladera de barloventeo recibe los frentes de nubes donde precipitan el agua que llevan. La ladera de sotavento, no solo es más soleada y recibe menos precipitaciones, sino que ademas es recorrida por vientos secos como consecuencia del efecto Foehn, o sombra pluviométrica.

         Clima 

         Una de la características de las montañas es que modifican el clima general de la zona. Al ascender en altitud disminuyen las temperaturas, las laderas orientadas hacia los frentes de nubes son más húmedas, y en nuestra latitud las orientadas al sur, solanas, son más  cálidas, en especial en invierno, que las orientadas al norte, umbría. En las laderas de solana al ser más cálidas en ellas la evaporación es mayor por lo que tienden a ser más secas. Luego están los vientos, que si no vienen cargados de nubes, tienden  aumentar la evaporación con lo cual hacen aumentar la sequedad, este efecto se nota muy bien en las crestas, donde los árboles son sustituidos por matorrales como el erizón. 

         Al final la vegetación será fiel reflejo de estas modificaciones del clima, (y de otras muchas más cosas como veremos). Si combinamos, y tal y como ocurre en muchas zonas, que la ladera de umbría (recordemos más fresca y con menor evaporación) es donde llegan los principales frentes de nubes y por lo tanto de precipitaciones, tendremos un gran contraste de clima y por lo tanto de vegetación, de atlántica a mediterránea solo con cruzar de norte a sur el collado, o la cresta.  (continúa) 

Texto y fotografias: Miguel Ortega.