lunes, 18 de abril de 2022

EL DESCANSO DE EROS


Canchales, pedreras o gleras a pie de la paredes de roca donde se originan los materiales que las forman. A la izquierda se aprecian los canales producidos por el movimiento de sedimentos más fluidos. 


            Finalizando con nuestra particular mitología geomorfológica, de la unión de Eros y Psique surge Hedoné (o Voluptas para los romanos) que representa el  espíritu del deseo sexual, el placer, como no podía ser menos para seguir la tradición familiar; lo contrario del placer es Algos el dolor y Ponos el esfuerzo fatigoso. Así cuando cesa el esfuerzo del viento o del agua, la velocidad, los materiales son depositados, sedimentados.   

         Los depósitos por gravedad variaran según el tipo de materiales, cuanto mayor sea su tamaño y sus irregularidades mayor será la pendiente que tendrán sus depósitos, así los acúmulos de arena son los que se encuentran con menos pendiente, más tumbados. Pero estos depósitos no son estáticos, y así una gran precipitación puede provocar el movimiento de los mismos que deja canales en el propio depósito (drebis flou)  e incluso transportar grandes rocas.

 

Fijación de dunas móviles, imitando el efecto de la vegetación colonizadora mediante cañizos.

         En el caso del viento, para que este deje de trasportar materiales necesitamos que cese, o simplemente reduzca su velocidad; un obstáculo lo puede conseguir; pero es más eficaz la vegetación, el viento al pasar entre ella reduce su velocidad, pierde fuerza decimos, a veces la descarga de materiales es tan grande que cubre la vegetación que lo obstaculiza; en el caso de las dunas con barrón (Ammophila arenaria), esas macollas de gramínea que encontramos en el frente de dunas móviles de la costa, que  hace que se estas se eleven al acumular la arena que llevaba el viento, la planta procurará volver a crecer más arriba y alcanzar la nueva superficie. El viento puede llevar los sedimentos muy lejos, la fricción con la superficie del agua reduce su velocidad y hace que suelte el polvo que transporta, de hecho el fango que ocupa la mayor parte de los fondos oceánicos, es polvo y cenizas volcánicas llevadas por el viento desde cientos, miles, de kilómetros de distancia.

 

         Los ríos en el mismo tramo, pueden erosionar las márgenes (especialmente el lado cóncavo de los meandros) y el lecho, a la vez que transportar materiales, y sedimentarlos al bajar el caudal creando islotes en el cauce y playas en el lado convexo del meandro. Después de una riada con el flujo normal del agua, el rio puede llenar lo excavado del cauce, y en las zonas llanas esta elevación del cauce hará que el rio busque nuevos terrenos moviendo sus meandros por la llanura de inundación.

         Los depósitos más característicos en el curso del rio son las terrazas fluviales, esas zonas llanas junto al río a veces en varios niveles que nos hablan de periodos fríos en los que la abundancia de inundaciones las forman y luego periodos muy erosivos en los que el rio las excava, dejándolas asiladas por encima del cauce. De manera que en otro periodo frío el rio formara otra terraza pero a un nivel inferior.   

 

Ibón (lago de alta montaña de origen glaciar) a medio colmatar. Se observa los sedimentos acumulados y el curso de agua que serpentea por ellos.

         En la desembocadura en el mar, si el aporte de materiales es mayor que la capacidad de oleaje, mareas y corrientes para retirarlos se irían acumulando formando un delta. En el caso del Delta del Ebro, si unimos la reducción de la erosión en su cuenca consecuencia de la recuperación de la cubierta vegetal, incluyendo las repoblaciones, por lo que hay menos sedimentos; y sobre todo la existencia de multitud de presas que los retienen, el aporte es menor que la capacidad del mar de retirarlos y por eso el delta retrocede. Se calcula que el Ebro transportaba entre 20 y 30 millones de toneladas de sedimentos, pero a partir de 1950 las casi 70 presas que hay en su cuenca solo permiten que lleguen unas 100.000 de Tm de sedimentos de los 2 millones de Tm que necesita para mantener sus dimensiones, consecuencia el delta retrocede y los pantanos donde se embalsa el agua reducen su capacidad de almacenamiento con los sedimentos que no llegan al mar. En los lagos, los sedimentos que reciben poco a poco los van rellenando hasta colmatarlos, tenemos ejemplos en los ibones pirenaicos, algunos de los cuales están trasformados en llanuras con partes encharcadas o con el cauce del rio formando meandros. Tarde o temprano todos los lagos tienden a colmatarse pues los sedimentos no pueden ser retirados por corriente alguna.

 

         Y los glaciares van depositando sedimentos a medida que desaparece el hielo al derretirse por las temperaturas; hay un momento preciso en el frente de la lengua glacial que la velocidad de avance del hielo y la de deshielo son semejantes por lo que el glaciar actúa como una cinta transportadora que va dejando sedimentos acumulados en su frente, formando un característico deposito con forma curvada, la morrena final. Estos acúmulos de sedimentos llegan a obstruir los cursos fluviales por lo que los represan y forman lagos donde se produce una sedimentación de los materiales que transporta el rio, tarde o temprano estas morrenas se abren y el lago se vacía pero quedan sus sedimentos acumulados de forma horizontal, estos son el origen de gran parte de las zonas de cultivo en la parte más alta del Pirineo incluso el represamiento en las morrenas laterales son la explicación de zonas llanas a mitad de ladera. 

         Ya hemos visto como los materiales son arrancados, transportados y sedimentados, ¿pero en el proceso quien es el bueno y quien el malo?


Texto y fotografías: Miguel Ortega