sábado, 29 de junio de 2019

EL LECTOR DE ÁRBOLES, UN PINO CURIOSO.

       
Aspecto del pino al que hace referencia el texto
        Partimos de base que los “caprichos de la naturaleza”, coletilla que antes usábamos cuando nos encontramos algo en la naturaleza que no sabíamos explicar, es solo eso un reconocimiento de que hay cosas, muchas, que se nos escapan. Ser conscientes de nuestras limitaciones no impide que intentemos explicar la naturaleza, procurando usar un razonamiento más cercano a ella, la naturaleza,  que al humano. Pues hasta no hace mucho las explicaciones tenían más que ver con las creencias, la religión y los mitos, que con los mensajes claros que nos envía la propia naturaleza, a veces solo hay que quererlos escuchar. 
         Por eso vamos a empezar a explicar que les ha pasado a determinados árboles que tienen un porte fuera de lo habitual, y lo haremos con lo que hemos ido aprendiendo de ellos (o con lo que ellos nos van enseñando).
 
1 Supuesto aspecto original, 2 después del primer alud, 3 recuperación sin el tronco principal, 4 después de segundo alud, 5 recuperación y aspecto actual. 
         En este caso partimos de un pino silvestre (sabemos la especie por las partes anaranjadas de las ramas), como en todos los de su especie su forma debía ser más o menos cónica, con un tronco principal vertical, recto y ramas que salen radialmente. Sin embargo este ejemplar no solo tiene un aspecto de “vaso”, (como la poda que realiza en frutales si no están en hileras)sino también esta tumbado.
         A pesar de no estar a gran altitud (unos 1500 metros) está en una zona de aludes de nieve, y esto lo sabemos pues a pocos metros la ladera esta desprovista de árboles y en ella encontramos troncos muertos de pino y en sus laterales ejemplares vivos y con el tronco curvado y rotos, característicos de las zonas de aludes (ver entrada: octubre 2017); En concreto es la zona es donde descargan los aludes que se forman más arriba en la ladera pero sus efectos llegan hasta aquí, ayunque sea de forma ocasional pues aunque hay árboles que reflejan los efectos del alud se hallan mezclados con un incipiente pinar de pinos de troncos rectos. 
         Por lo cual podemos deducir que a nuestro pino, en algún año de fuertes nevadas estaría cubierto por la nieve hasta unos dos metros, que es la altura aproximada a partir de la cual se ramifica. Entonces un alud bajo deslizándose por la nieve que cubría la ladera y corto el tronco principal que sobresalía de la nieve; desde ese momento las ramas secundarias compitieron por convertirse en al guía del árbol, así ya tenemos la forma en “vaso”. Pudieron pasar varios años y estas ramas alcanzar varios metros de altura en vertical, hasta que un segundo alud lo tumbo. Debió perder raíces y muchas ramas,  los primeros años no debió crecer, bastante hacía por recuperarse de los daños ocasionados, pero después las ramas volvieron a crecer ya verticales y es así como lo vemos hoy día.
         Esta es una posible explicación de su aspecto, habría que mirara sus anillos de crecimiento (grosor y tamaño) en diversas partes del tronco y contrastar la información con la de los aludes de la zona si estuviera recogida.