jueves, 14 de julio de 2022

LOS BOSQUES DE LOS MONEGROS (y I)


Los lugares donde nunca hubo bosques, ni árboles, son las depresiones donde  se acumulan las sales, visibles como una costra blanca cuando el agua se evapora. Laguna del complejo de Sástago-Bujaraloz.

El propio título ya parece un contrasentido, muchos opinarán que como va a haber bosques en Monegros si es un desierto; y otros recordando la leyenda de la ardilla capaz de cruzar Iberia sin poner el pie en el suelo, se imaginaran un Monegros primigenio selvático, ni unos tienen razón.

Otro problema es al propia definición de bosque, para los botánicos en un bosque las copas de los árboles proyectan tanta sombra en el suelo, que la flora de debajo de los ellos es diferente de la de las zonas sin árboles, y esta definición como veremos es muy difícil que se de en Los Monegros, por lo que usaremos el término bosque como sinónimo de masa forestal o de arbolado más o menos disperso.

Antes de continuar tenemos que tener en cuenta el espacio físico, Los Monegros es la parte central del Valle del Ebro, valle rodeado de altas montañas (Pirineos, Sistema Ibérico y Costero Catalana) que interceptan los frentes de nubes, vengan de donde vengan, por lo que en la zona central del valle desde el momento de su formación geológica siempre ha llovido menos que en las zonas que lo rodean; de manera que la escasez de agua es una constante, y como zona interior, su clima contrastado frío en invierno y caluroso en verano, también lo es.

También las laderas erosionadas donde afloran arcillas y yesos y no hay casi suelo donde retener la humedad de las precipitaciones. Monte de Alfajarín. 


Aún así, y tanto por los registros históricos como a través de estudios de polen conservado en los sedimentos, sabemos que en Los Monegros siempre ha habido árboles y bosques. Pero la densidad de los mismos habrá dependido de variaciones en el clima y perturbaciones como los incendios, así como de la actividad humana. Respecto a esto último si observáis fotos de zonas del Pirineo de hace 100 años veréis que había muy pocos bosques, y eso que son zonas donde abundancia de las precipitaciones favorece a los árboles, y ese estado era por el uso que se hacia de madera y leña, y las roturaciones para crear campos de cultivo y pastos; es fácil deducir si en los Los Monegros hay poblamiento desde antiguo, con las mismas necesidades de superficies de cultivo y pastos,  de leña y de madera, pero con menos humedad, la presencia de árboles es más complicada, salvo en los lugares con una estricta reglamentación como los vedados.


Sabinar de Pallaquero, los árboles se encuentran en las marguins de los campos, evidenciado el carácter forestal de la zona.  

         Aunque no hay consenso total sobre el tema, el panorama de Los Monegros sin intervención humana podría ser de arbolado, con una densidad más alta en la zonas de umbría de la sierra, que se iría aclarando y cambiando de especies según aumentaba la sequedad y empeoraba la calidad del suelo  (y con ello su capacidad de retener humedad). La masa forestal tampoco seria uniforme, los incendios dejarían zonas abiertas que los grandes herbívoros mantendrían un tiempo despejadas hasta la recuperación forestal; más o menos como ocurriría en otras zonas cercanas, existiendo bosques con rodales no uniformes, y con especies de árboles con sus miembros en varias etapas de crecimiento (de jóvenes a maduros y ancianos). Solo faltaría el arbolado en las zonas con exceso de sal en el suelo, en las laderas orientadas al sur cuya pendiente y suelo escaso impediría el establecimiento de una vegetacion más allá de la esteparia con sus plantas de origen Norteafricano y de Asia Central; y por supuesto en las zonas donde la erosión dejara en superficie las rocas y el suelo mineral, (la existencia de sales y yesos no facilita la recuperación), pues el suelo expuesto, sin la protección de la vegetación es fácilmente retirado por el viento y el agua de escorrentía.

         Con la roturación para la creación de pastos, y de campos de cultivo, el aprovechamiento de leñas y maderas, intensificado al aumentar la población, redujo la superficie forestal; y lo que es peor y de más difícil recuperación, la perdida de suelo y la consíguete erosión. Este el momento a partir del cual la vegetacion esteparia se extiende y se mantiene por la presión del ganado. Y ahora que ha disminuido la ganadería extensiva, se abandonan pastos y no hay recogidas de leña, muchas superficies forestales se van recuperando y aparecen árboles, donde nadie recuerda haberlos visto.

Texto y fotografias: Miguel Ortega