jueves, 14 de julio de 2016

¿CUANTOS AÑOS TIEN UN ÁRBOL?

 Rodaja de sabina negra Juniperus phoenicea, con 632 anillos de crecimiento, el diámetro mayor son 40 centímetros 
Es cierto que hay árboles milenarios, se sabe que en Nevada y en California los Pinus longeavea llegan a los 4500 años; concretamente el record lo tiene un árbol llamado Prometeo su última estimación da 4862 años aunque se estiman los 5000 años por los anillos perdidos en el centro del tronco, estos pinos son árboles enjutos con gran parte de su tronco muerto pero debido  a la composición de su madera y a lo rudo del clima, están a más de 3000 metros de altitud, la conservan con un aspecto ajado pero con la belleza que confiere la pátina del tiempo (en este caso tienen mucha pátina); a pesar de su edad o más bien por ella no son árboles estilizados y altos sino todo lo contrario.
Aspecto de las cercanías donde vivía la sabina de la fotografía anterior, una pared de solana de la sierra de Guara
Pero como podemos saber la edad de un árbol?, de una forma bastante fiel lo podemos saber contando sus anillos de crecimiento, para ello no tenemos que cortar el árbol, bueno Prometeo el árbol más viejo conocido si que fue cortado, sino que se empela una barrena especial que nos permite sacar una muestra de madera del tronco con los anillos, es difícil que salgan todos pero sirve para hacer una estimación fiable. Así sabemos que en los Pirineos, los árboles más longevos son pinos negros que sobrepasan los 1000 años, pero tampoco destacan por su tamaño.
Pero los anillos nos dará la cifra de los años que ha crecido que no siempre es la misma de los años que ha vivido, pues los años secos o fríos si el árbol no crece no genera anillos, y los ejemplares más longevos suelen encontrarse en lugares limitantes en cuanto al clima o al escaso suelo. Así se da el caso de un estudio sobre sabinas negras que crecían en paredes extraplomadas  del sur de Francia, donde se contabilizaban los anillos y también se calculaba la edad en base al carbono 14 dando cifras superiores por este último método; lo más curioso es que el estudio de los anillos (dendrocronología) se usa para ajustar las estimaciones por carbono 14.
Comparación de crecimiento entre dos especies de las Sierras Prepirenaicas que crecían a altitudes parecidas:
Delante, sabina negra de 120 años procedente de un solana rocosa.
Fondo, abeto procedente de una umbría con suelo profundo, observese que solo cuatro de sus anillos (años) equivalen al crecimiento total de la sabina:
El tamaño no tiene que ver con la edad, cuando las condiciones son buenas los árboles crecen mucho y muy rápido, el problema es que si no tienen un periodo de descanso no forman anillos, que es lo que ocurre en algunas zonas tropicales. Pero los árboles longevos pueden ser muy pequeños, como ejemplo una sabina negra que pereció al desplomarse la pared de roca donde crecía en la sierra de Guara, dio la cifra de 632 anillos de crecimiento, la sección del tronco de forma alargada medía 40 cm en su diámetro mayor, y el arbolito debió superar en poco los tres metros de altura, el lugar donde vivía tampoco daba para mucho más.

A los árboles viejos se les reconoce por su aspecto más que por su tamaño: ramas inclinadas hacia el suelo, casi perpendiculares o incluso apoyadas en él, escaso follaje en relación a la cantidad de madera acumulada en el tronco y ramas principales, abundancia de muñones y heridas; normalmente situados en lugares lejanos de los asentamientos humanos y de difícil acceso, en zonas con escaso valor agrícola o ganadero, pueden coincidir en lugares rocosos donde el fuego tenga dificultades para llegar, pues muchos ejemplares longevos son coníferas que no rebrotan después.   

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