viernes, 8 de septiembre de 2017

ARDER DE PASIÓN, O POR NECESIDAD ( y V)

 En unas pocas semana después del fuego las especies rebrotadoras como la carrasca emiten los primeros brotes.
      Si los incendios son algo habitual en el clima mediterráneo, las plantas que viven en estas zonas deben de ser capaces de convivir con ellos. Y aunque todas pueden arder, la mayor son capaces no solo de recuperarse sino se ser beneficiadas por el paso del fuego; incluso los incendios han conseguido que la diversidad de especies de dispare en estas zonas.
       Pero antes de continuar tenemos que dejar claro que todos los incendios no son iguales, y lo que más va a influir en la vegetación va a ser su régimen, es decir su intensidad (cuanto más tiempo esta actuando el fuego o mayor es la temperatura que alcanza peor para la plantas) y su frecuencia (normalmente cuanto más tiempo hace que ha pasado un incendio y sin grandes herbívoros que consuman la vegetación la cantidad de combustible será mayor); y su tipo, no es lo mismo un incendio que solo afecta a la superficie del suelo (normalmente hierba y pequeños matorrales) y no llega a prender en las ramas de los árboles, que uno que afecte a las copas de los arboles.
        

Diferente aspecto de la ladera después de un año del incendio, en primer plano rebrotes de coscoja, en la parte del fondo menor cobertura con el dominio del lastón. 
        Pero veamos que estrategias usan las plantas:
-Rebrote, el suelo es buen aislante térmico por lo que tallos subterráneos, bulbos y raíces no mueren y partir de ellos, la planta rebrota; aunque si la intensidad del fuego no ha sido muy alta puede que también lo haga desde las ramas. Estas especies invierten en acumular sustancias de reserva y yemas en las partes subterráneas; después al mantener el sistema radicular intacto son capaces de crecer rápidamente, y en muchas especies de florecer tras el fuego.
 -Germinación, estas plantas disponen de un importante banco de semillas resistente al calor y que solo salen de la dormición ante determinados estímulos como las altas temperaturas o los compuestos químicos presentes en el humo. Estas plantas tienden a ser  poco longevas e inflamables pues acumulan esencias, resinas e incluso hojas o tallos finos secos; después del fuego sus descendientes se encuentran sin competencia por el agua y la luz,  y con la abundancia de nutrientes presentes en la ceniza. Son las plantas pirófitas, y si los incendios se espacian mucho tienden a desaparecer pues no soportan bien la competencia con otras especies.
- Resistentes, árboles con corteza gruesa no le afecta el fuego mientras este no llegue a la copa.
-Oportunistas, no tiene ninguna adaptación relacionada con el fuego pero son plantas con una dispersión muy eficaz desde las zonas no incendiadas.
         

Después de un año del incendio diferente aspecto de la ladera, la parte izquierda fue la afectada.

     La importancia del régimen de los incendios viene dada porque tanto la capacidad rebrotadora como la fertilidad del banco de semillas de las plantas pirrófitas se pierde con el tiempo, incluso la capacidad de formar cortezas gruesas viene estimulada por la experiencia del fuego.  Así pues determinados fuegos son imprescindibles para las plantas que se han adaptado a vivir con ellos y han contribuidos a la diversificación de la especies.


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