Ya hablamos en entradas anteriores (mayo y junio 2021) como el tamaño de un árbol no siempre tiene que ver con la edad. Poníamos el ejemplo de una sabina de 1190 años (datada con carbono 14 y con un error de +- 26 años) y que tiene una sección del tronco de poco más de 12 cm de diámetro, y ahora la podemos comparar con la de un ciprés de Arizona de más de 2 metros de diámetro, como sabemos cuando se plantó, sabemos que llego a los 70 años; claro era un ejemplar de jardín muy bien cuidado y eso influyó en su desarrollo.
Las especies silvestres en la naturaleza, pueden tener también un buen desarrollo por, suelo profundo y falta de competencia, es el caso de la carrasca de Nisano con 153 cm de diámetro a ras de suelo solo tenía 187 anillos de crecimiento y sus anillos dejaban claro que podía haber seguido creciendo a buen ritmo (ver la entrada: el árbol que fue portentoso).
Pero que ocurre cuando nos referimos solo a una especie? Resulta que se esta comprobando que el tamaño suele ser inverso a la longevidad, los ejemplares muy viejos de una misma especie no se han desarrollado mucho, y os mostramos dos ejemplos. Por un lado en los abetos, los ejemplares que germinan bajo la copa de los otros abetos no suelen recibir suficiente luz, y si se mantienen vivos con un crecimiento mínimo, es debido a que son alimentados a través de los hongos del suelo, al menos en este caso sabemos que pueden alcanzar los 70 años con un diámetro de solo 6 cm de diámetro.
Igual ocurre con el caso de los pinos negros, es la especie que vive a mayor altura en los Pirineos, de ella alguien escribió que era el árbol que era capaz de llegar a sufrir más sin llegar nunca a morir, lo que nos da una idea de las condiciones ambientales en las que vive. Pero uno de estos pinos si crece en un fondo de valle, con suelo y unas condiciones adecuadas puede hacerse muy grande (llegan a los tres metros de perímetro), mientras que si le toca vivir a mayor altitud o pero aún con el escaso suelo que hay en una grieta de una roca su desarrollo será mucho menor.
Por lo cual, lo de si un árbol es muy grande es muy viejo, no funciona; seguramente será centenario, pero milenario es ya es cosa de la imaginación, más aún sin no se han podido contar anillos ni realizar carbono 14. No solo el perfume va en frascos pequeños, la longevidad también, después de todo es la esencia del tiempo.
Texto y fotografías: Miguel Ortega.
(Nota:
todas la rodajas de árboles de las fotografías proceden de ejemplares encontrados ya muertos, y proceden de la provincia de Huesca)
Podéis ver el video en el canal de You Tube: arboreo microdocus
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