lunes, 24 de marzo de 2014

QUÉ PRISAS



Olivar con hierbanas
No se ha acabado el invierno, y en el pie de sierra y el somontano del Alto Aragón ya hay flores. Bueno las ha habido a lo largo de todo el invierno, el romero y las hierbanas de los campos no han dejado de florecer a pesar del frío y de muchos días de helada.
Sin embargo, ahora, es la floración de los almendros la que parece que da el pistoletazo de salida a la primavera, aunque aún estemos en invierno y estos primeros días tibios seguramente serán sucedidos por otros mucho más fríos. Aún quedan heladas e incluso alguna nevada tardía.

Desde mediados de febrero, encontramos las primeras plantas de floración madrugadora. La mayoría son plantas con bulbo, que no tienen hojas ni tallos desde principios del verano pasado y ahora florecen con espectaculares flores pues son la versión silvestre de muchas plantas de jardinería como: narcisos, gladiolos, jacintos, orquídeas, azafranes, etcétera.
Narcisos, Narcisus assoanus

En los yermos un pequeño arbusto de hojas con pelos rígidos, el mermasangre azul (Lithodora fruticosa), también comienza florecer a la vez que las aliagas acompañan sus flores con aroma. Hay un dicho ganadero que explica este momento del año, “cuando la aliaga florece el hambre crece”, se refiere a que hay poca comida en el monte para el rebaño, la mayor parte de las plantas no han despertado de la inactividad invernal, y lo poco que queda son las partes duras y menos apetecibles del pasto.
Tres plantas de Erophila verna y dos cagaletas de oveja como referencia del tamaño

Pero si miramos en el suelo de los yermos podemos ver en las zonas más umbrías a los musgos, ahora de un verde brillante por estar henchidos de agua y las cápsulas llenas de esporas como alfileres clavados en una almohadilla. Y, junto a ellos, una diminuta planta con flores, tan pequeña que es difícil que la veamos si estamos de pie a pesar que forma praderitas moteadas de blanco por su flores, es la Erophila verna. Necesita poca tierra, algunas crecen en la concha de caracol como macetero de fortuna y la planta completa mide dos centímetros escasos. Su estrategia es la de las plantas efímeras, afrontan las épocas malas evitándolas con una vida rápida y corta que no le permite más que un porte reducido, mínimo, lo justo para poder decir que es una planta completa, de manera que antes de que llegue la sequía, germinan, se desarrollan, florecen, fructifican y mueren, dejando un banco de semillas en el suelo hasta el año que viene. Esto se comprende mejor en las plantas que se desarrollan en primavera en zonas más secas, como Monegros, y evitan el verano. Pero aquí la Erophila verna se desarrolla a finales de invierno antes de las lluvias de primavera y, cuando llega el verano, es ya un recuerdo lejano. ¡Qué prisa por cumplir con su ciclo!.   

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