sábado, 23 de diciembre de 2023

Y YA VAN 10 AÑOS

     “Y parece que fue ayer”, que es lo que se dice al empezar estas retrospectivas, pues este años se han cumplido 10 años de la primera exposición de ARBÓREO y se ha conseguido mucho, pero aún falta.

         Todo comenzó cuando me comentaron que se podía conocer la edad de los árboles con los anillos de crecimiento, entonces piensas en el tronco cortado….pero no. No era necesario, se podía hacer con el árbol, vivo y sin dañarlo como un a herramienta especial, la barrena de Pressler que sacaba del tronco un testigo de madera, con una muestra de los anillos. Y no solo eso con esas muestras no solo nos podíamos hacer idea de la edad de los árboles sino también saber como creció y en que condiciones, y así poder obtener datos de épocas pasadas. Evidentemente cuanto más edad tenía el árbol más podíamos retroceder, y además podíamos obtener información de lugares apartados de donde no había información recogida. 

La primera exposición, "la memoria de los árboles" en 2013,  al completo en el mueble de las microexposiciones (y prácticamente todas las piezas que teníamos).

         Por aquel entonces estaba de técnico un centro de interpretación de la naturaleza, el del Espacio Salto de Roldán en Sabayés, a los pies de la sierra de Guara. Mi trabajo previo había consistido en saber de que hablaban los centros cercanos, que era lo que funcionaba y que era lo que no. La respuestas: hablaban de aves, lo mejor era una sencilla mesa con elementos cogidos de la naturaleza que se podían manipular: un trozo de rama lleno de líquenes, una piña comida por una ardilla, un cráneo, una egagrópila, y lo peor que los contenidos no se renovaban, con lo cual visto una vez y no se volvía.

 Así que nuestros contenidos no hablarían de aves sino de las plantas, habría elementos que se podrían tocar como cráneos de herbívoros, y habría una parte que se iría cambiando. Para esto último se realizo una especie de estantería con ruedas (por si se hacia alguna actividad y molestaba) el mueble de las microexposicones.

         Y en ese mueble es donde se realizo la primera exposición sobre dendrocronología, que es la ciencia que estudia estas cosas, y el inicio de ARBÓREO, aunque eso no los saviamos aún. En esta primera exposición estaba clocadas casi todas las piezas que había conseguido, pues era consciente que exponer las muestras sacadas con la barrena, habría sido visualmente como exponer palillos chinos con rayitas, y una cartela explicando porque unas rayitas eran diferentes de otras. 

Vicente sacando una rodaja del tocón de un pino cortado tras un alud. Y como se transportan algunas piezas.

         Así que lo que hicimos fue preguntar por árboles caídos, mirar leñeros, ir detrás de los que hacen limpiezas de caminos….. para ir consiguiendo rodajas, que era lo que íbamos a exponer, rodajas de árboles y cuanto más grandes mejor. 

         Ahí la colaboración de los vecinos fue fundamental, tanto para que nos informaran y nos dieran su permiso, el monte tiene dueños a los cuales si hablas con ellos no ponen ningún problema, como a cortar con la motosierra; luego el lijado ya vendría por mi cuenta y en una carpintería me dejaron una lijadora que averié, y finalmente la información vendría de Chechu Camarero  que es dendrocronólogo, y con el cual desde entonces colaboramos.

         En este tiempo la colección ha aumentado, sobrepasaremos las 700 referencias y cada una suele haber 2 ó 3 piezas, de tamaños muy variados, henos conseguido rodajas de árboles de más de 1,5 metros de diámetro, un árbol casi completo de 5 metros, que trasportamos a piezas y un par de arbolillos datados en más de 1000 años con carbono 14, piezas que nos hablan de aludes de nieve, riadas, incendios, competencia entre los arboles, etc. Y todo partir de árboles encontrados ya muertos, gracias a los vecinos y amigos que nos han informado, ayudado a serrar y transportar, y se han reído con nuestras ideas.

Dobles paginas del libro "el lector de árboles", como se decía antes profusamente ilustrado.


         Con ellas hemos realizado más de 50 exposiciones, generalmente localidades del Altoaragón pero también hemos llegado al Jardín Botánico de Valencia, al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza y al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Hemos podio publicar artículos en revistas como: el Mundo de  los Pirineos, Quercus, e Investigación y Ciencia; aparte de las revistas especializadas donde publica Chechu los hallazgos. También hemos publicado dos libros, uno de dibujos como regalo para todos los que nos ayudan: La pequeña guía del lector de árbolesy el ultimo que acaba de salir ya a nivel de la Península ibérica: El lector de árboles.

Mientras estamos con la ampliación del almacén, retomar al web de arboreo.org, seguir con las exposiciones que ahora y a lo largo del 2024 tenemos dos en Andalucía, y continuar con la idea de montar un ecomuseo; pues nadie nos ha dijo que esto no se podría hacer, y ahora es un poco tarde para desanimarnos. 

Texto y fotografías: Miguel Ortega