viernes, 23 de mayo de 2014

SEXO VEGETAL




Inflorescencia de la corona de rey, Saxiraga longifolia, la planta con las hojas esta oculta en la base de la misma. 
Aquella señora no era muy consciente de lo que iba a pasar, atraída por el penetrante perfume de la flor de la azucena se acercó a olerla, pero se acercó demasiado hasta rozarla por lo que la flor le dejo una abundante carga de polen anaranjado y pegajoso por la cara. A las amigas con las que iba, mientras sacaban pañuelos de papel y comprobaban lo difícil que era quitar ese maquillaje, les entro la risa floja al ver a su compañera pintarrajeada de polen en la ceremonia de la comunión a la que asistían. Pero la flor de la azucena no hizo más que cumplir su función, atraer a un polinizador con su fragancia y colocarle su polen, con la esperanza de que lo dejara en otra flor de la misma especie y así formar semillas con las que perpetuarse. Es curioso, nosotros, en especial a las flores de color blanco, les damos el significado de pureza virginal cuando en verdad todas la flores, independientemente del color que tengan, vienen a ser los genitales de la planta.
Todo ser vivo tiene la obligación de reproducirse, de esta forma podrá trasmitir sus genes a las siguientes generaciones, y esto, por otra parte, es lo más cerca que cualquier ser vivo va a estar de la inmortalidad. Las plantas no son una excepción y algunas les dedican bastante esfuerzo a este menester. Solo hay que ver determinadas plantas como las siemprevivas, que habitan en los roquedos y que apenas levantan unos milímetros de la superficie, cómo para florecer emiten largos y desproporcionados vástagos donde se abrirán las flores. En otras como la corona de rey, después de varios años viviendo y acumulando reservas, florece y, una vez fecundada la planta, muere de este último y extraordinario esfuerzo.


La reproducción sexual por medio  de las flores es lo bastante importante para que las plantas realicen grandes inversiones en ella, como en esta siempreviva
En la reproducción sexual hay dos sexos y cada uno aporta la mitad de los genes. Como en gran parte de las plantas ambos se encuentran en la misma flor, la principal preocupación de la planta es no fecundase ella misma, pues perdería el “vigor híbrido”, por lo que ha desarrollado un serie de mecanismos para evitarlo. Unas medidas son de tipo mecánico, de forma que la parte masculina (estambres, anteras y polen), no puedan entrar en contacto con la femenina (pistilo, estigma, ovario), como ocurre en las orquídeas. En otras la barrera es temporal, la flor primero tiene un sexo activo y luego otro, así nunca coinciden. En las flores más sofisticadas la barrera es química, si el polen cae en su propio estigma, este reconoce sus proteínas y lo bloquea no dejándolo germinar.


Las flores de la ruda para evitar la autofecundación mantiene alejados los estambre (masculino) del pistilo (femenino) 
En las plantas en las que los sexos están en ejemplares diferentes, el problema de la autopolinización esta resuelto, pero las plantas masculinas no producen semillas con lo que ocupan un espacio y unos recursos que podrían necesitar para producir más semillas y por lo tanto más posibilidades de perpetuarse. En estas especies el sexo puede determinar el aspecto de la planta, como las sabinas, en las que los pies macho son de ramas más separadas para facilitar al viento que se lleve el polen, y las hembras más compactas para reducir la velocidad del viento y que el polen se deposite en las flores.
Las estrategias pueden ser muy diferentes pero lo importante es al final que funcionen. 

domingo, 11 de mayo de 2014

SANGRE FRÍA



Pareja de ranas rojas en amplexo sobre la nieve


A los animales vertebrados de temperatura variable (poiquilotermos) se les denominaba, anteriormente, de sangre fría. Esta característica les hacía merecedores de una vida limitada y de una pereza justificada, ya que solo podían, como en la moraleja del cuento de la cigarra y la hormiga, vivir en los momentos buenos del verano y desaparecer o incluso perecer en el invierno.
Hoy sabemos que algunas especies de este grupo son capaces de mantener estable la temperatura de sus cuerpos, como ocurre con algunos reptiles y peces de gran tamaño. Pero la mayor parte de estos animales, si se alimentan de un recurso que solo está disponible en cantidad suficiente durante el buen tiempo, como son los invertebrados,...¿para qué van a permanecer en vigilia, con los costes que esto supone si no se van a poder alimentar? Por tanto adecúan su ritmo al de su alimento.
De esta forma pueden vivir en lugares donde hay poco que comer o mejor aún, donde el alimento se concentra en unos momentos determinados del año, como los días cálidos del verano o después de las lluvias.
Aún así hay especies que viven en lugares fríos, como es la alta montaña, donde los días calurosos son la excepción. Lo lógico es pensar que están activas muy pocos días y esto es cierto, pero a la vez puede ser falso. A veces ellas están activas cuando nosotros aún no hemos aparecido por esas zonas. Os contaré mi caso.

Aspecto primaveral del ibón o lago de montaña
Mes de mayo en un puerto pirenaico a unos 1800 metros de altitud. Típico día de primavera. La nieve todavía cubre gran parte del suelo. Estoy dentro de una nube por lo que a veces me rodea la niebla, pero al levantarse el viento parece que se despeja para volver a taparse de nuevo. Casi todo el tiempo llueve, excepto en un momento que cae algo parecido al granizo y en ningún momento veo el sol. Yo creo que no peco de friolero y menos aún si me estoy moviendo, claro que llevo botas de goma, pantalón impermeable, el chubasquero abrochado y los guantes de forro polar me los quito solo lo imprescindible, aún así hoy no me quejaré de calor.
A pesar de las condiciones hay plantas en flor (encontrarlas era el objetivo de mi temprana visita) no solo en las zonas sin nieve, sino junto a ella, incluso algunos tallos la atraviesan en las zonas periféricas de los neveros. En estas condiciones me encuentro con dos grandes salamandras totalmente activas, una de ellas andando por un prado encharcado. Después, junto a un regato de agua sobre la nieve y con movimientos muy lentos, no es para menos, veo un adulto de tritón palmeado.
Ranas en el agua bajo el hielo
Un poco más arriba, en un pequeño ibón cercano, cubierto de hielo y nieve en su mayor parte, una pareja de ranas rojas (Rana temporaria) están abrazadas en amplexo para comenzar la puesta, e intentan esconderse de mí en el fondo del charco que se ha formado sobre la nieve. Bajo el agua del ibón se adivinan muchos más ejemplares de ranas. Los machos defienden una pequeña parcela sumergida y cada vez que pasa otro ejemplar se abalanzan sobre él, si es macho lo expulsan y si es hembra intentan abrazarse a ella. Además hay varios amplexos más y dos puestas de huevos en la orilla.
Está claro que la climatología de hoy no afecta a estos animales que han pasado el invierno bajo el agua helada.
Después de este espectáculo, me quedo poco rato pues no creo que pueda ver nada mejor y además ya empiezo a estar harto del frío, la lluvia y la humedad.  Me espera la vuelta bajo un cielo cada vez más oscuro, que parece aguardar a que me aleje para empezar a descargar.
La pregunta es: ¿animales de sangre fría?, ¿qué sangre fría?.