sábado, 15 de octubre de 2016

AZUCENA TAMBIEN ES NOMBRE DE MUJER

Flores de la azucena maritima, Pancratium maritimun, en una duna del Cantábrico
Yo esperaba bajo el Sol de mediodía en la duna mientras una joven se paseaba por el encuadre de mi foto, (en la que yo no quería que saliera), su trayectoria errática, con paradas, y suaves arranques, y vuelta al lugar anterior; me recordaban a una persona buscando algo, pero el hecho de que en ningún momento levantara la vista del móvil me confirmaba que lo que buscaba o era cobertura o un pokemom, vamos que no esta ahí por el territorio real sino por personajes virtuales;
En la espera la mata de azucena marina que tenia delante de mi me recordó mis búsquedas en otra duna pero del Mediterráneo, la verdad que las plantas de esta duna cantábrica salvo los helechos cercanos no difería mucho, así recordé como sus hojas acintadas debían aguantar la fuerza del viento cargado de arena y sal, tal vez por eso la planta pasa gran parte del año bajo el suelo en su bulbo, recordé como había una oruga grande que se alimentaba de sus hojas, como una vez cogí una puesta suya con la hoja en la que estaba y me la lleve a casa a ver como nacían las orugas. Al final las larvas fueron saliendo e inmediatamente después perforaban  la cutícula de la hoja y se introducían en su interior desde donde se alimentaban de ella; la verdad este es un método ingenioso, la cutícula es dura por lo que solo la perforan una vez en la etapa inicial, en el interior de la hoja las larvas estaban protegidas del viento, del sol y además camufladas para los depredadores. Ahí están hasta que ya no caben físicamente dentro de la hoja, entonces salen fuera y se dedican a comerse la hoja desde el exterior ya con mayor tamaño y una coloración blanca y negra que no sabes si interpretar como camuflaje para “romper” su forma que funciona muy bien en ambientes de claro-oscuro como el interior de un bosque, pero aquí se ven mucho sobre la planta por lo que su coloración podría ser una advertencia de su toxicidad, que no si la tiene pero la planta de la que se alimenta en exclusiva sí.
Diferentes fases de la larvas de la mariposa de la azucena marítima, Brithys crini
Poseen además otro tipo de camuflaje pero este solo sirve para la cabeza pues el extremo de su abdomen es igual que esta, así un ave no distingue bien donde esta y tiene solo la mitad de posibilidad de asestar un picotazo fatal, y la oruga la otra mitad de salir bien parada.  
A la izquierda cabeza y a la derecha extremo del abdomen de la larva de Brithys crini
Cuando la oruga alcanza el tamaño adecuado deja de comer y se entierra en la arena para hacer la pupa, y de ahí saldrá una polilla de la que ya no puedo contar nada más que, (perdónenme los entomólogos) como todas las polillas se reproduce sin llamar mucho la atención.
Pero volviendo a la azucena sus grandes flores, las mayores de la flora de las dunas, tienen una finalidad ser polinizadas y engendrar frutos con semillas para continuar la especie. Las semillas son bien curiosas, se desplazan por tierra, mar y aire, me explicare. Son relativamente grandes pues están recubiertas de un tejido aislante que recuerda al corcho eso hace que sean muy ligeras por lo que el viento las arrastra sobre la arena, además flotan y me da que deben aguantar bien la sal del mar, así si el viento las lleva hasta la orilla el mar puede dejarlas en otra playa, además son de color negro lo cual debe ser una buen protección contra los rayos UV.
A bueno lo más importante al final la joven encontró lo que buscaba, que no debía de estar en el territorio real de la duna sino en su realidad virtual, y sin levantar la cabeza del móvil ni mirar alrededor y salió del encuadre de mi foto. 

¿Y la foto?, creo que al final no la hice.  

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