domingo, 11 de mayo de 2014

SANGRE FRÍA



Pareja de ranas rojas en amplexo sobre la nieve


A los animales vertebrados de temperatura variable (poiquilotermos) se les denominaba, anteriormente, de sangre fría. Esta característica les hacía merecedores de una vida limitada y de una pereza justificada, ya que solo podían, como en la moraleja del cuento de la cigarra y la hormiga, vivir en los momentos buenos del verano y desaparecer o incluso perecer en el invierno.
Hoy sabemos que algunas especies de este grupo son capaces de mantener estable la temperatura de sus cuerpos, como ocurre con algunos reptiles y peces de gran tamaño. Pero la mayor parte de estos animales, si se alimentan de un recurso que solo está disponible en cantidad suficiente durante el buen tiempo, como son los invertebrados,...¿para qué van a permanecer en vigilia, con los costes que esto supone si no se van a poder alimentar? Por tanto adecúan su ritmo al de su alimento.
De esta forma pueden vivir en lugares donde hay poco que comer o mejor aún, donde el alimento se concentra en unos momentos determinados del año, como los días cálidos del verano o después de las lluvias.
Aún así hay especies que viven en lugares fríos, como es la alta montaña, donde los días calurosos son la excepción. Lo lógico es pensar que están activas muy pocos días y esto es cierto, pero a la vez puede ser falso. A veces ellas están activas cuando nosotros aún no hemos aparecido por esas zonas. Os contaré mi caso.

Aspecto primaveral del ibón o lago de montaña
Mes de mayo en un puerto pirenaico a unos 1800 metros de altitud. Típico día de primavera. La nieve todavía cubre gran parte del suelo. Estoy dentro de una nube por lo que a veces me rodea la niebla, pero al levantarse el viento parece que se despeja para volver a taparse de nuevo. Casi todo el tiempo llueve, excepto en un momento que cae algo parecido al granizo y en ningún momento veo el sol. Yo creo que no peco de friolero y menos aún si me estoy moviendo, claro que llevo botas de goma, pantalón impermeable, el chubasquero abrochado y los guantes de forro polar me los quito solo lo imprescindible, aún así hoy no me quejaré de calor.
A pesar de las condiciones hay plantas en flor (encontrarlas era el objetivo de mi temprana visita) no solo en las zonas sin nieve, sino junto a ella, incluso algunos tallos la atraviesan en las zonas periféricas de los neveros. En estas condiciones me encuentro con dos grandes salamandras totalmente activas, una de ellas andando por un prado encharcado. Después, junto a un regato de agua sobre la nieve y con movimientos muy lentos, no es para menos, veo un adulto de tritón palmeado.
Ranas en el agua bajo el hielo
Un poco más arriba, en un pequeño ibón cercano, cubierto de hielo y nieve en su mayor parte, una pareja de ranas rojas (Rana temporaria) están abrazadas en amplexo para comenzar la puesta, e intentan esconderse de mí en el fondo del charco que se ha formado sobre la nieve. Bajo el agua del ibón se adivinan muchos más ejemplares de ranas. Los machos defienden una pequeña parcela sumergida y cada vez que pasa otro ejemplar se abalanzan sobre él, si es macho lo expulsan y si es hembra intentan abrazarse a ella. Además hay varios amplexos más y dos puestas de huevos en la orilla.
Está claro que la climatología de hoy no afecta a estos animales que han pasado el invierno bajo el agua helada.
Después de este espectáculo, me quedo poco rato pues no creo que pueda ver nada mejor y además ya empiezo a estar harto del frío, la lluvia y la humedad.  Me espera la vuelta bajo un cielo cada vez más oscuro, que parece aguardar a que me aleje para empezar a descargar.
La pregunta es: ¿animales de sangre fría?, ¿qué sangre fría?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario