viernes, 13 de junio de 2014

EL PLAN "B"


El clavelillo Dianthus monspessulanus evita autofecundarse siendo las flores primero hembra, a la izquierda, y después macho, a la derecha.

En la naturaleza siempre suele haber un plan alternativo de manera que si algo falla, otro elemento lo pueda sustituir. Así en algunas especies de plantas que se polinizan por el viento también acuden los insectos a sus flores. El llantén o algunas gramíneas no están preparados para que los insectos las polinicen sin embargo estos acuden a alimentarse del polen cuando aún es demasiado pronto para que abunden las flores con néctar.
También hay flores llamativas que pueden atraer a los insectos y que saltándose las normas suelen autopolinizarse o autofecundarse, como algunas leguminosas como los guisantes o las judías. En plantas muy especializadas el autopolinizarse puede ser un recurso indispensable, una de las especies de orquídea de abejeta que vive en las Islas Británicas, se reproduce de esta forma y no tiene otra elección, en estas islas hace tiempo que desapareció la abeja que la polinizaba. Si la planta persiste, es por su plan alternativo de lo contrario habría desaparecido junto con el insecto. La posibilidad de ser polinizadas por diferentes métodos asegura más aún, la fecundación de sus flores y las posibilidades de aumentar la producción de semillas.
La flor de la ruda se autopoliniza acercando los estambres al pistilo.
Pero lo normal es que en la flor se encuentren los dos sexos y la planta evite la autofecundación, con barreras mecánicas o temporales, es decir hay una imposibilidad física en que el polen llegue a su propio estigma, o la flor primero es un sexo y luego el otro, de forma que no son los dos fértiles a la vez. ¿pero que ocurre si el tiempo de la flor se esta acabando y no es polinizada?, pues la planta procura autopolinizarse, no es la solución deseada pero es peor perder la inversión de la flor sin logra producir semillas. Hay diferentes estrategias, veamos varias: en el caso de la dedalera o digital la corola en forma de tubo de desprende de su base y al caer pone en contacto a los estambres con los pistilos. En el caso de la aguileña cuya flor colgante siempre mira al suelo, cuando el tiempo se acaba la flor se gira por su pecíolo y se coloca de forma invertida para ella, es decir como la gran mayoría con la flor hacia el cielo, de esta forma su propio polen puede caer en los estigmas. En la ruda o ruta los estambres que se encuentran horizontales y en la parte exterior se van doblando hacia en interior de forma alternativa hasta verticales de forma que el polen puede caer directamente en la parte femenina de la flor. 
Potentilla mediante estolones extendiendose
Para algunas plantas las condiciones ambientales en las que se tienen que desenvolver son bastante limitantes, como ocurre con las plantas de la alta montaña en los veranos cortos y fríos por lo que no pueden confiar únicamente en la reproducción sexual para multiplicarse. Normalmente en estas condiciones las plantas no pueden ser anuales pues en una sola estación no siempre les da tiempo a germinar, desarrollarse, florecer y fructificar. Todas las plantas que no concluyan el ciclo es semilla desperdiciada, por eso las plantas suelen ser bianuales, el primero se desarrollan y almacena reservas y el segundo tiene flores frutos y semillas. Incluso en esta estrategia a varios años, las plantas aprovechan la multiplicación vegetativa a partir de bulbos, tallos subterráneos (rizomas), tallos superficiales (estolones) o de fragmentos de la planta, a modo de esquejes, caídos en un lugar propicio donde una nueva planta prosperara.
La reproducción sexual es un gran invento de los seres vivos, con ella los individuos se van modificando y de esta forma sus posibilidades de adaptarse a un medio cambiante, pero en caso de no poder ser, la autofecundación o la reproducción vegetativa dan la posibilidad de perpetuarse aunque no sea en las mejores condiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario