El clavelillo Dianthus monspessulanus evita autofecundarse siendo las flores primero hembra, a la izquierda, y después macho, a la derecha. |
En la naturaleza
siempre suele haber un plan alternativo de manera que si algo falla, otro
elemento lo pueda sustituir. Así en algunas especies de plantas que se
polinizan por el viento también acuden los insectos a sus flores. El llantén o
algunas gramíneas no están preparados para que los insectos las polinicen sin
embargo estos acuden a alimentarse del polen cuando aún es demasiado pronto
para que abunden las flores con néctar.
También hay
flores llamativas que pueden atraer a los insectos y que saltándose las normas
suelen autopolinizarse o autofecundarse, como algunas leguminosas como los
guisantes o las judías. En plantas muy especializadas el autopolinizarse puede
ser un recurso indispensable, una de las especies de orquídea de abejeta que
vive en las Islas Británicas, se reproduce de esta forma y no tiene otra
elección, en estas islas hace tiempo que desapareció la abeja que la
polinizaba. Si la planta persiste, es por su plan alternativo de lo contrario
habría desaparecido junto con el insecto. La posibilidad de ser polinizadas por
diferentes métodos asegura más aún, la fecundación de sus flores y las
posibilidades de aumentar la producción de semillas.
La flor de la ruda se autopoliniza acercando los estambres al pistilo. |
Pero lo normal
es que en la flor se encuentren los dos sexos y la planta evite la
autofecundación, con barreras mecánicas o temporales, es decir hay una
imposibilidad física en que el polen llegue a su propio estigma, o la flor
primero es un sexo y luego el otro, de forma que no son los dos fértiles a la
vez. ¿pero que ocurre si el tiempo de la flor se esta acabando y no es
polinizada?, pues la planta procura autopolinizarse, no es la solución deseada
pero es peor perder la inversión de la flor sin logra producir semillas. Hay
diferentes estrategias, veamos varias: en el caso de la dedalera o digital la
corola en forma de tubo de desprende de su base y al caer pone en contacto a
los estambres con los pistilos. En el caso de la aguileña cuya flor colgante
siempre mira al suelo, cuando el tiempo se acaba la flor se gira por su pecíolo
y se coloca de forma invertida para ella, es decir como la gran mayoría con la
flor hacia el cielo, de esta forma su propio polen puede caer en los estigmas.
En la ruda o ruta los estambres que se encuentran horizontales y en la parte
exterior se van doblando hacia en interior de forma alternativa hasta
verticales de forma que el polen puede caer directamente en la parte femenina
de la flor.
Potentilla mediante estolones extendiendose |
Para algunas plantas las condiciones ambientales en las que se
tienen que desenvolver son bastante limitantes, como ocurre con las plantas de
la alta montaña en los veranos cortos y fríos por lo que no pueden confiar
únicamente en la reproducción sexual para multiplicarse. Normalmente en estas
condiciones las plantas no pueden ser anuales pues en una sola estación no
siempre les da tiempo a germinar, desarrollarse, florecer y fructificar. Todas
las plantas que no concluyan el ciclo es semilla desperdiciada, por eso las
plantas suelen ser bianuales, el primero se desarrollan y almacena reservas y
el segundo tiene flores frutos y semillas. Incluso en esta estrategia a varios
años, las plantas aprovechan la multiplicación vegetativa a partir de bulbos,
tallos subterráneos (rizomas), tallos superficiales (estolones) o de fragmentos
de la planta, a modo de esquejes, caídos en un lugar propicio donde una nueva
planta prosperara.
La reproducción
sexual es un gran invento de los seres vivos, con ella los individuos se van
modificando y de esta forma sus posibilidades de adaptarse a un medio
cambiante, pero en caso de no poder ser, la autofecundación o la reproducción
vegetativa dan la posibilidad de perpetuarse aunque no sea en las mejores
condiciones.
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