Panorámica del recorrido por las serretas entre Piracés y Tramaced (Huuesca), en el centro destaca el relieve llamado "El Abuelo Roque" |
Recorrido
de algo menos de 8 km y poco desnivel acumulado (70 m de subida y 140 de
bajada), aunque la mayor parte discurre fuera de sendas marcadas y algún tramo
cerca del borde de los escarpes. Atención a los paseantes con articulaciones
sensibles, no olvidar los bastones.
Nuestra
ruta va entre las carreteras que, partiendo de la de Sariñena, van a parar
respectivamente a las poblaciones de Piracés y Tramaced. Y discurre por el
talud creado por la erosión, de manera que, en la parte alta del mismo tenemos amplias
llanuras dedicadas al cultivo de cereales de invierno, y en la parte baja, en
un terreno ya más accidentado, pequeños olivares, intercalados entre yermos y
la roca desnuda que constituye el talud.
Los
relieves que encontramos en el valle del Ebro como sierras, serretas, muelas,
coronas y tozales, no son resultado de las mismas fuerzas que levantaron los
Pirineos. En este valle ha sido la erosión con su labor de vaciado la que ha
ido retirando los materiales más blandos creando los desniveles, taludes y
escarpes, de manera que las elevaciones que jalonan este territorio y las
espectaculares formas que vamos a ir encontrando no son más que las partes más
resistentes del terreno y que la erosión ha respetado por el momento.
Toda la
roca de la zona tiene su origen en los depósitos de sedimentos originados en
los Pirineos, y está dispuesta en capas horizontales e intercaladas de arcillas
y de areniscas, sin embargo estas últimas no las encontramos de forma continua
sino en bancos alargados y su disposición es la que da carácter a la zona. La
diferente dureza de estas dos rocas, unida a la presencia de sales en la
arcilla que facilita su erosión por el agua, crea los resaltes de arenisca. Algunos
de ellos forman voladizos hasta que superan la resistencia de la roca, entonces
caen, y los grandes bloques generados quedan esparcidos a pie del escarpe. La
erosión puede continuar hasta que no quede más que un bloque de arenisca
aislado sobre una columna, (más o menos grande) de arcilla, como es el caso de
la Peña del Mediodía o del Abuelo Roque.
La planta crasa uña de gato ( Sedum sediforme), creciendo en una grieta de la arenisca |
Este no es
un territorio especialmente seco, pero su pendiente unida a la falta de suelo, en
parte como consecuencia de la intensa actividad humana desde hace ya mucho
tiempo, hace que la arcilla y la arenisca afloren en muchos tramos, de tal
forma que las raíces de las plantas no encuentran suficiente humedad. Por estos
motivos las especies de plantas que abundan son las propias de lugares más secos,
con las hojas cada vez más pequeñas para reducir la perdida de humedad por la transpiración
como el romero, el tomillo, y el albardín, hasta que incluso las hojas
desaparecen y su trabajo lo realizan los tallos, como ocurre con la efedra y la
retama. Aunque discreta, destaca la flora que se desarrolla sobre la arenisca,
primero los líquenes (algunos de más de
un metro de diámetro), musgos duros, y entre ellos y aprovechando
fisuras de la roca una planta crasa, la uña de gato y el té de roca. Las
grietas más grandes que se forman antes de desprenderse los bloques de roca,
sirven de maceteros a pequeños arbolillos que muestran sus copas a ras de
suelo.
La posición
resguardada de vientos y la orientación sur permiten la presencia de plantas
que soportan mal las nieblas heladas propias de este valle como son la coscoja,
el aladierno, la ruda, la madreselva o el espino negro.
El pasado
ganadero de la zona queda patente en los restos de corrales y balsas para
abrevar, así como por la presencia de plantas típicas de suelos ricos en
nitrógeno y por los excrementos del ganado, como la ontina y el sisallo.
Un paisaje de aspecto más árido de
lo que en verdad debería ser pero un buen ejemplo de cómo la naturaleza se
adapta a cualquier circunstancia.
BIBLIOGRAFÍA
PELLICER CORELLANO, FRANCISCO y
ECHEVERRÍA, ARNEDO, Mº TERESA, 1989, Formas
de relieve del centro de la Depresión del Ebro, Ed Institución Fernando el
Católico, Zaragoza.
SANCHO MARCEN, CARLOS y BELMONTE
RIBAS, ANCHEL, 2000, Bases geológicas,
geomorfológicas, paisajísticas y arqueológicas para el aprovechamiento cultural
de la Plan de Mobache y los Torrollones de Gabarda (Monegros, Huesca), Ed
Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, Zaragoza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario