Rocas sedimentarias metamorfizadas, Balneario de Panticosa |
Todo hay que decirlo, no se puede llegar al centro de
la Tierra ni a través de un volcán como en la novela de Julio Verne, ni en
autobús, ni de ninguna otra forma; ni siquiera se puede acceder a zonas medias
como el manto terrestre. Pero sí podemos llegar a los materiales de las zonas
profundas de la corteza terrestre gracias a las montañas. Es el viaje que
nosotros vamos a realizar por carretera entre la ciudad de Huesca y el
Balneario de Panticosa, un viaje que nos permitirá no solo retroceder en el
tiempo, pues vamos a ver algunas de las rocas más antiguas de los Pirineos
(unos 430 millones de años), sino también adentrarnos bajo la superficie
terrestre hasta el magma. El truco es sencillo, el levantamiento de los Pirineos
(orogénesis) acercó a la superficie estos magmas, y la erosión nos permite
entrar en ellos a través del valle del río Gállego.
Antes de continuar con el escrito hay que tener una
cosa clara, vamos a hablar en una escala geológica (y dentro de ella el tiempo
de los humanos no llega ni a ser un suspiro) por lo tanto:
-Las rocas no son inmutables se transforman unas en
otras.
-Las rocas no se están quietas, se están moviendo y
solo las de la superficie están frías y duras, el resto sometidas a altas
presiones y temperaturas son plásticas y están muy calientes. Esto que hace que
la corteza terrestre en unas zonas se
estira y en otras se encoja. Para que nos hagamos una idea, salvo en
eventos catastróficos como los terremotos, deslizamientos de laderas o la
erupción de volcanes, los movimientos pueden ser del orden de escasos
milímetros anuales para un continente, pero como suceden durante miles y
millones de años al final los desplazamientos pueden ser de muchos kilómetros.
Granito con nervaduras, Balneario de Panticosa |
Cuando la corteza se estira, se adelgaza, crea en la
superficie una depresión donde se acumula el agua formando una cuenca marina.
Ella es el punto final de los materiales arrancados por la erosión y
transportados por el agua, el viento o la gravedad, y hablamos de espesores de miles
de metros de sedimentos. Cuando la corteza se contrae lo hace ahí donde se
había adelgazado con anterioridad, ahora ocupada por la cuenca marina y las
orillas de la misma se van acercando. Los materiales acumulados en ella se van
comprimiendo, plegando y apilando por falta de espacio, hasta que emergen de la
superficie del agua y se elevan muchos metros, unos cuantos miles de metros; y ya
tenemos nuestra montaña.
Pero los movimientos de la corteza terrestre también
influyen en las capas más profundas. El adelgazamiento de la corteza hace que
la menor presión que ejerce hacia el interior terrestre el magma situado a gran
profundidad ascienda, y que se valla enfriando cerca de la superficie en
contacto con las rocas formadas por los sedimentos más antiguos de la cuenca,
que con las altas temperaturas se transforman en una rocas nuevas, las rocas
metamórficas.
En la contracción el magma que se estaba enfriando al
ser presionado asciende pues es la única salida posible, y lo hace con las
rocas metamórficas con las que estaba en contacto.
Pliegues de Ordás, Nueno |
Esta es la estructura transversal de una cordillera
como los Pirineos, un núcleo central de granitos y rocas metamórficas, el
Pirineo Axial, y a ambos lados rocas sedimentarias de origen marino como:
calizas, areniscas, margas,…muy plegadas que forma las sierras tanto interiores
como exteriores. Todo el conjunto queda acotado por sendas llanuras al norte y
al sur (Aquitania y valle del Ebro), formadas por los sedimentos arrancados por
la erosión de la cordillera y depositados ya fuera del mar.
Así a partir de ahora cada vez que vayamos al Pirineo
sabemos que vamos al centro de la Tierra, o lo más cerca que podemos estar sin
bajarnos del autobús.
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