sábado, 30 de junio de 2018

CRÓNICA PERSONAL DE ARBÓREO EN EL MUSEO NACIONAL DE CIENCIAS NATURALES


Previo.
         Las oportunidades hay que cogerlas al vuelo así que cuando surgió la posibilidad de ir a Madrid con la expo de ARBÓREO no fue cosa de pensárselo, la exposición estaba montada lo único que había que hacer era adaptarla a los espacios de museo y sobre todo a las vitrinas.
         Se lo cuento a algunos amigos así como si me hubiera tocado la lotería, o al menos sus expresiones coincidían como si hubiera recibido un premio; aunque yo ya me hacia una idea del esfuerzo que faltaba. Por eso lo mejor organizarse, viaje en el día para conocer a Soraya, la coordinadora ( menos mal que conectamos en seguida), ver la sala, hacer un planteamiento mental y comprobar alguna medida, así como el acceso ya que se iba a llevar piezas grandes y pesadas; y disfrutar mentalmente con el “fregao” en el que me estaba metiendo de forma consciente y feliz, por lo que debo tener un punto masoca se ve.    
         

           En la preparación hubo que desmontar las piezas más significativas de los paneles en las que estaban para adaptarlas a las vitrinas, controlando tamaño y peso de las mismas. Y como siempre tener una idea muy clara de donde iba cada cosa como se iba a situar y con una serie de piezas que pudieran ir en más de un sitio para así equilibrar contenidos con el espacio. Además de eliminar aquellas piezas que pudieran significar peligro para los visitantes o que no se pudieran situar de forma adecuada, por mucho que a mi me doliera y que las hubiera recogido y preparado para una exposición como esta. Revisar concienzudamente las piezas para ver que no había insectos xilófagos y hongos activos, así como lavar con agua a presión las piezas más grandes que se almacena en el exterior y donde los pájaros siempre tienen la costumbre de señalar con su excrementos. Y embalar todo lo embalable.


 La descarga
         Era algo previsible y Quique, el conductor del camión con el que ya hemos transportado las piezas para otras exposiciones, me lo confirmo: “si vieras la cara que han puesto los de seguridad cuando hemos empezado a bajar los troncos y las ramas”, pues las más grandes van sin embalar.
El montaje
         Normalmente lo suelo hacer yo solo o con una pequeña ayuda, pero esta vez y dado que llevamos la pieza más grande de la colección, que son ocho partes y tres de ellas tiene una media de 30 kg cada una y la última vez a mi solo me costo una hora su montaje, se vino mi hijo Guille conmigo, y así en un día y medio intenso solucionado.
         
         Bueno lo que yo no sabia es como es un montaje en un museo de este calibre, y más cuando este va aportar algunas de sus valiosas piezas a la exposición, por lo que a mi me pareció al principio una jaula de grillos, pero al final todos sincronizamos nuestros cri…criis y hasta disfrutamos con el trabajo. Me explicaré en términos de ecología: yo trabajo habitualmente como si fuera un organismo en una isla pequeña, hay pocas especies muchos nichos ecológicos y no puedes especializarte (haces un poco de todo); un museo como este es como si fuera una selva tropical con mucha diversidad de especies, con más nichos ecológicos de manera que cada especie se especializa en algo concreto (normalmente en algo muy concreto). El MNCN colaboraba con una serie de piezas de mamíferos, aves, insectos y fósiles de árboles, cada grupo es responsabilidad de una persona conservadora que es la que lo puede manipular y transportar (cosa lógica dado el valor y la fragilidad de algunas), además iban en una vitrina especial que abría el guarda de seguridad y que permanecía junto a ella el tiempo que estaba abierta, pues estaba en una zona de paso; además estaban los que montaban las otras vitrinas, los que las limpiaban, los que limpiaban el el suelo, también la empresa que se aseguraba de la correcta colocación de las piezas más delicadas (algunas de ellas tenían más de100 años) y finalmente los que iluminaban. Para mayor confusión mía, la sala conecta con la zona de personal, por lo que había un continuo trasiego de gente que me costo identificar. 

La presentación
         Antes de la misma me explicaron muy bien como se hacia: hablaba el director, hablaba la coordinadora y hablaba yo. Después hacíamos un recorrido por la exposición durante el cual yo atendía las preguntas que me iban haciendo los asistentes. Bueno la primera parte bien, la segunda me salté un poco el protocolo, más que un comisario al uso soy un “divulgador feriante”, por lo que no me iba a ir sin promocionar mi producto y el recorrido se transformo en una de la visitas guiadas que suelo hacer, eso si corta, aunque la presentación se hizo más larga de lo previsto. Interés y sorpresa me dijeron que fue la reacción, pero al final del recorrido había más gente que cuando se empezó y eso es lo que cuenta.

La exposición 
         Bueno yo ya he hecho mi trabajo, satisfecho aunque siempre ves algo que se podía mejorar; a partir de aquí veremos si continuamos itinerantes y almacenándola entre viaje y viaje, o encontramos un lugar para  tener una exposición permanente que seria lo deseable, la colección se lo merece y no hay otra igual. 

1 comentario:

  1. Miguel muchísimas gracias por nombrarme jejejejeje Quique el.chofer un abrazo enorme

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