domingo, 5 de agosto de 2018

HOLA QUE OLA........DE CALOR

     
Ilustración que aprece en la obra: "Drylands, the desert of North America", inspirada en las pinturas rupestres de esta zona. 
         Acabo de “coger un capazo”, para los que vivimos en Huesca esta expresión viene a significar: encontrarte en la calle con una persona conocida y pararte a hablar independientemente de que llegues algo tarde a tu destino, pues la disculpa de “he cogido un capazo” es suficiente para redimirnos de la tardanza, ventajas de las ciudades pequeñas. Bueno menos mal que estábamos a la sombra y así comentamos el calor del verano, mientras por el rabillo del ojo podía ver en la acera de enfrente a dos operarios que estaban agujereando el suelo para instalar las marquesinas de la parada del bus, y al pleno sol del final de la mañana, ellos si podían hablar de calor.
         Bueno estamos en verano, y en verano hace calor; otra cosa es que los servicios informativos no hagan más que estar repitiendo que va a hacer calor, o que hace mucho calor, esta bien que informen pero el machaque psicológico no ayuda a sobrellevarlo. Bien es cierto que cada vez se registran máximas mayores, aunque también las mediciones son más abundantes y más fiables.
         Pero veamos en la naturaleza como se defienden del exceso de calor. Hay dos estrategias: protegerse y evitarlo, y la estrategia depende del tipo de organismo. 
        
El color claro de este saltamontes no solo le proteje de las altas temperaturas sino que ayuda a camuflarlo en el suelo.
      El protegerse pasa por tener colores claros, brillo, superficies lisas que reflejen los rayos solares, o pilosidades blancas que recubren el epitelio de las plantas. En las plantas además  ira asociado a que tengan suficiente agua en el subsuelo, de no ser así cerraran los estomas (y no podrán realizar la fotosíntesis) y procuraran exponer la mínima superficie a los rayos solares, son las hojas colgantes del eucalipto o las del almez en las sequias. 
         En los animales una solución es bajar la temperatura sudando, el sudor sobre la piel se evapora y eso hace bajar la temperatura, (el agua para cambiar de estado toma energía del ambiente en forma de calor y por eso se reduce la temperatura), nosotros sudamos por toda la superficie de nuestro cuerpo y las personas con adaptaciones a vivir en zonas muy cálidas tiene más glándulas sudoríparas. En animales sin glándulas sudoríparas se recurre al jadeo como en los perros o en el caso de los canguros se humedecen los antebrazos con saliva y así enfrían la sangre que corre por ellos al igual que los elefantes con sus enormes orejas por las cuales irradian excedentes de calor. En los pinos, cuentan algunos investigadores, como en las horas de más calor evaporan determinados compuestos químicos que el ayudan a bajar la temperatura 
         
Tricomas (pelillos) del epitelio de una quenopodidácea, forman algo de sombra para evitar el sobrecalentamiento de la hoja
       Un buen aislante también puede servir, según el dicho “lo que va bien para el frío va bien para el calor”, como el pelo o las plumas mientras no produzcamos calor y permita evacuar el exceso, consecuencia se reduce la actividad. Esto desesperaba a los jesuitas cuando están evangelizando a los indígenas de las zonas desérticas de Nuevo México, una de las adaptaciones al calor, sequia y falta de alimentos consiguiente era hacer lo menos posible, y los religiosos se quejaban de que pasaban el día tumbados bajos la sombra de los techados sin hacer nada, bueno si que hacían, no recalentar el cuerpo y ahorrar reservas corporales en forma de su propia grasa.
         Grasa corporal y calor es una combinación curiosa, los bosquimanos del desierto del Kalahari son los humanos mejor adaptados al desierto y al calor, van prácticamente desnudos por él y la grasa corporal como es un buen aislante térmico para que no les dificulte la evacuación del calor excesivo la concentran en las nalgas, en su canon de belleza unas nalgas prominentes es lo máximo, señal de que esa persona se alimenta bien luego es hábil en la caza-recolección. A los camellos también les ocurre algo parecido concentran la grasa en la espalda en las características jorobas, además donde dan con más intensidad los rayos solares. 
         Otro remedio es meterse en el agua, el agua si esta a menor temperatura siempre nos va a enfriar, en su defecto tumbarse en un charco, pero si no hay agua de nada nos sirve.

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