domingo, 10 de noviembre de 2013

NI HONGO NI ANIMAL, O LAS DOS COSAS


A veces en la naturaleza nos encontramos elementos que, desde la perspectiva de “blanco o negro”, donde lo gris es algo imperfecto, parecen a medio hacer, a medio definir, que no son “ni chicha ni limoná”.
Sin embargo las fronteras entre los diferentes reinos de la naturaleza, incluso entre lo que esta vivo y lo que no, son a veces muy difusas. Ya vimos que los hongos (entrada 04 / 11 /2013) son unos seres que parecen plantas pero que están más cerca de los animales, tanto por su alimentación como por los tejidos que los forman; bueno pues hay un grupo de hongos que va un paso más allá y durante una parte de su vida son capaces de desplazarse y alimentarse capturando bacterias, levaduras, esporas, etcétera: son los hongos mucilagosos (Myxomicetes). 

En la primera parte de su vida son seres unicelulares que se desplazan con flagelos, si hay abundante agua, o por prolongaciones y deformaciones de su cuerpo (movimientos ameboides) si esta no es tan abundante. Después se pueden agregar a modo de colonia (plasmodio) que se puede desplazar igualmente con movimientos  ameboides, es en esta fase cuando son más visibles encontrándose sobre la madera muerta o sobre la hierba en zonas con alta humedad y su aspecto recuerdan en algunas especies a la leche fermentada. 
Plasmodio de Fuligo sp. sobre la hierba

Cuando empeoran las condiciones ambientales o falta el alimento, producen los esporangios, de donde saldrán las esporas para la siguiente generación. En algunas especies estos toman el aspecto de esferas de color que van del amarillo al rojo.
Esporagios de Leocarpus vernicosus

A pesar de ser seres vivos muy primitivos se usan en algunas investigaciones sobre inteligencia, como en el caso del Physarum polycephalum. Si se le coloca en un laberinto con dos fuentes de alimento separadas se observa el recorrido que elije para unir una con la otra, y este es similar al que elegiríamos nosotros para hacerlo lo más sencillo posible. En Japón se utilizó en una investigación sobre vías de comunicación en Tokio, el laberinto reproducía los accidentes geográficos y la comida se situaba en la posición de la capital y sus núcleos satélites. El resultado obtenido por el hongo se parecía mucho a la red ferroviaria de esta ciudad, y de hecho se han usado los resultados para optimizarla. En YouTube aparecen algunos videos de este hongo desplazándose, vale la pena verlos.
http://www.youtube.com/user/sjtkg001?feature=watch

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