lunes, 21 de abril de 2014

LA DOBLE VIDA DE VIOLETA




Violetas en flor
La violeta es una especie de planta típica del suelo de los bosques. Por eso es madrugadora, procura florecer antes de que los árboles se vuelvan a cubrir de hojas en primavera y la dejen sin luz, y por lo tanto sin energía para la fotosíntesis con la que transformar los minerales del suelo y el anhídrido carbónico en materia orgánica. Y seguirá siendo madrugadora aunque viva bajo árboles y arbustos de hoja perenne, donde la luz que dejan pasar sea siempre la misma, independientemente de la época del año, lo lleva en los genes.
Si somos un poco observadores veremos sus flores de color violeta o en algunas especies de color blanco, destacando sobre las hojas, ya que  en esta posición facilita el acceso de los insectos polinizadores alados, porque cuantas más visitas reciba la polinización será mayor y más cantidad de semillas podrá desarrollar.
Frutos de la violeta
Si solo somos observadores no veremos sus frutos, pero si somos curiosos los buscaremos entre las hojas de la planta y los encontraremos por debajo de éstas. Estos son de color verde por lo que no son visualmente llamativos, pues no lo necesitan pues las semillas que hay en su interior llevan adosado un nutritivo regalo, el eleosoma, que viene a ser como el néctar para los polinizadores, el premio para el dispersor de las semillas, en este caso las hormigas. En verano se las puede ver salir de debajo de estas plantas con una semilla entre sus mandíbulas llevándoselas al hormiguero para comerse tan nutritivo regalo. Tal vez podrían arrancarlo en la planta y transportar al hormiguero solo el regalo… entonces, ¿por qué no lo hacen? No se sabe. La violeta lo que busca es alguien que se lleve sus semillas para que las deposite en un lugar adecuado, a ser posible enterradas para evitar ser comidas, y ¡qué lugar mejor que un hormiguero! Las hormigas una vez retirado el eleosoma tiran las semillas a su vertedero subterráneo, por lo que además de estar enterradas tienen humedad y abono. Al favorecer aunque sea de forma involuntaria a la violeta favorecen el que haya más plantas, más semillas y por lo tanto más alimento.
Hormiga con semilla de violeta entre las mandíbulas
¿Pero si las flores estaban sobre las hojas cómo pasan después los frutos a estar debajo de ellas?. La verdad es que las flores no hacen nada, son las hojas. Durante la floración los pedúnculos de las hojas son cortos, pero después de esta crecen (hasta más de 15 centímetros) y las hojas ocultan entonces a los frutos. Que como ya hemos dicho no son nada llamativos, no les hace falta serlo puesto que están desarrollados para las hormigas, a diferencia de los frutos que son dispersados por las aves que son de vivos colores.
De este modo la violeta lleva una doble vida. Antes de ser recatada, teniendo sus frutos tapados y ocultos, exhibe sus flores descaradamente para atraer las miradas y los deseos por su néctar de los insectos voladores, que al tomar su premio fertilizan la flor. Todo para reproducirse y perpetuar sus genes de la mejor manera posible y en colaboración con insectos muy diferentes.

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