La sola mención de Drácula nos remite a la
imagen de un señor pálido, un tanto sofisticado (lleva capa) y exclusivo (es
conde), y al abrir su boca aparecen unos desarrollados colmillos (no los
vestigios que portamos el resto) pues se alimenta de la sangre de otros
humanos; al mencionar vampiro podemos pensar en un Drácula más genérico que
solo tienen en común su consumo de sangre humana y su origen ficticio. Luego
están los humanos que se alimentan con sangre, bien como rito para tomar el
espíritu del animal recién muerto (caliente y líquida), como aprovechamiento de
todo el animal: de la sangre encebollada a las morcillas y tortetas; o bien por
una cuestión cultural, como es el caso de los masai de Kenia, para ellos la
riqueza depende del número de vacas que se posee, la única forma de alimentarse
de su ganado sin matarlo es con la leche y la sangre.
Tallos con flores de cuscuta parasitando una aliaga |
Aunque los vampiros sí existen en la
realidad, son murciélagos que con uno de sus colmillos rasgan la piel de
animales homotermos y lamen la sangre, su saliva evita que la sangre coagule
con normalidad, seda al animal y de paso le pueden transmitir alguna enfermedad
infecciosa. Los vampiros humanos o mataban a la gente o la transformaban en
vampiros según el guionista de la versión cinematográfica, pero al menos no
trasmitían enfermedades.
Muchos insectos son vampiros, pues se
alimentan de la sangre de otros animales como los mosquitos, las pulgas, los
chinches, los piojos, etc. Luego están los vampiros vegetarianos que se
alimentan de la sangre de las plantas, la sabia, como los pulgones y los
mosquitos de sexo femenino; los humanos que consumen jarabe de arce se podrían
considerar vampiros de esta última modalidad.
Muérdago parasitando una rama de abeto, a diferencia de las dos especies anteriores, el muérdago si posee clorofila para transformar la savia bruta del abeto en su propia savia elaborada |
Finalmente, están los dráculas vegetales o
fitovampiros (el nombre hay que trabajarlo un poco más y ya veremos si
prospera), y aunque suene redundante son plantas estrictamente vegetarianas
pero no con su especie. Son plantas que en lugar de absorber agua y nutrientes
del suelo lo hacen de otras plantas, a veces de la sabia bruta que luego
transforma con su propia clorofila por lo que son plantas de color verde, como
el muérdago; otras, las más draculianas, las que absorben la sabia elaborada,
por lo que no necesitan ya de clorofila y por lo tanto no son de color verde,
yendo desde morado (Linmodorum abortibum), rojo (cuscuta), color carne
desvaída (Orobanche sp. ) a blanco ( Monotropa monotropa), algunas ni
siquiera tienen parte aérea. De las cuatro anteriores solo la cuscuta tiene un
tallo aéreo, las otras tres, como parasitan las raíces (otra coincidencia con
drácula y su querencia por los enterramientos) solo desarrollan un tallo floral
para reproducirse, a veces con sofisticadas y elegantes flores, y es entonces
cuando nos damos cuenta de que existen. Sin lugar a dudas son fitodráculas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario