sábado, 10 de diciembre de 2016

SAL DE ROCA

Laguna del Pueyo, Monegros, ejemplo de laguna endorreica con depósitos de sal. Aunque en estas lagunas además de las precipitaciones hay un aporte de afloramientos de acuíferos salinos,  el volumen de agua es insuficiente para crear un desagüe fuera de la cuenca. 
Aunque no lo parezca el clima tiene una importancia decisiva en la formación de las rocas, en especial las sedimentarias; así las rocas salinas se forman en cuencas cerradas (endorreicas) a partir de lagunas, pero sometidas a un clima seco y caluroso; según se evapora el agua, las sales y los minerales  que contiene el agua, se concentran con la alta evaporación y se precipitan por capas siguiendo un orden definido por la concentración: primero la calcita, después el yeso y finalmente las sales;  para que esto ocurra es necesario un clima seco y cálido, si llueve mucho y/o no hace suficiente calor para que el agua se evapore, tendremos simplemente un lago algo salado. Si la laguna se seca y  después hay otro llenado de agua,  sobre estas capas de sedimentos precipitados se puede volver a formar otra semejante con los mismos materiales, o con materiales diferentes como: arcillas y limo depositados por su propio peso cuando el agua está en reposo; así con la repetición de los ciclos de llenado y desecación se van acumulando los sedimentos en la cuenca endorreica. Cuando una carretera atraviesa este tipo de materiales, los taludes que la delimitan nos aparecen con un diseño de líneas más o menos horizontales de diferentes colores y materiales pero en las que apreciamos una repetición de los mismos, un buen ejemplo lo tenemos el los taludes de la autovía Huesca-Zaragoza a la altura de Zuera.
Disposición horizontal de las rocas salinas intercalas con arcillas y limos, recuerda el corte de una tarta
La región donde se han depositado estos materiales en capas (estratos) horizontales se pueden hundir con los reajustes de la corteza terrestre, transformarse en una cuenca marina, y que sobre ellos se depositen calizas y otros materiales de origen marino; hay que tener en cuenta que en los procesos geológicos “el tiempo vuela” y este puede durar millones de años, por lo que no esperemos verlo con nuestros propios ojos.  
La sal la tenemos entonces reposando en profundidad y aislada de la superficie. Pero igual que se formo una cuenca marina encima de nuestro antigua laguna puede que ocurra el fenómeno contrario, que vuelvan los reajustes de la corteza, pero ahora en sentido inverso,  y comience a levantarse una montaña.

Ejemplo de diapiro, en el centro la población de Naval y en primer término las salinas de Rolde, que aprovecha el agua salada de los manantiales de la zona
Tanto las rocas salinas, como la arcilla que formaba la cubeta donde se asentaba la laguna, son rocas más blandas, más plásticas y en especial las rocas salinas son más ligeras que cualquier otra roca, por lo que sometidas a las altas presiones  de la formación de una cordillera se desplazan hacia donde hay menos presión, que suele ser la superficie o cerca de ella, es como “si flotaran” entre el resto de rocas.
Forman así lo que los geólogos denominan un diapiro, y estas rocas salinas aparecen entre rocas de diferente origen, formación y época, y como son más blandas y se disuelven fácilmente con el agua, la erosión actúa sobre ellas y las desgasta más por lo que pueden quedar a modo de depresión.
Si el agua de un acuífero en su acceso hacia el exterior del suelo pasa por uno de estos yacimientos salinos, el agua disuelve las rocas salinas, se carga de sales y hace que el manantial que aflora sea de aguas blandas (ricas en yeso) y/o de agua salada.

Por eso arcillas, y sobre todo sales y yeso, suelen aparecer juntas y de forma puntual en los territorios. Y donde han aparecido en suficiente cantidad y calidad han desarrollado industrias (salinas, cerámica, yeso para la construcción) y dado que no aparecen de forma uniforme en todos los territorios han contribuido al desarrollo del comercio y los caminos.

La sal no solo hace más sabrosos los alimentos, sino que también nos ayuda a conservarlos, pues al extraer el agua de los mismos imposibilita el desarrollo de los organismos que la pueden estropear. Por eso la sal fue tan importante en otros tiempos, era prácticamente la única manera de conservar los alimentos, en especial carne y pescado, y por eso fueron tan importantes también las salinas de las tierras de interior, de hecho desde calzadas romanas, cabañeras y caminos principales no era raro que pasaran por su cercanías sino junto a ellas. 

Ahora la sal nos parece un producto barato pero el termino salario proviene del pago en sal (equivalía al oro) que se podía hacer  como sueldo a los soldados romanos; incluso el padre de un amigo me comentó una vez que el primer dinero que ahorro lo decidió invertir en bolsa, pero como no quería correr grandes riesgos, lo hizo en algo seguro y que tuviera futuro: las acciones de Salinera Española, que en el actual momento comentaba que ya no valían nada.  

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