sábado, 11 de febrero de 2017

ÁRBOLES VOLADORES

Sabina negra
Los lugares permanecen pero nuestros interés por ellos puede cambiar, así yo empecé buscando en las paredes de roca las manchas blancas de los nidos y dormideros de aves, especialmente rapaces que era lo que me molaba hace años, pero carecía de paciencia para ver si venían o si iban;  después pase a interesarme por las plantas rupícolas, no hay que hacer esperas solo hay que aprender cual es al mejor época para verlas y podían estar lo bastante bajas para no necesitar prismáticos. El siguiente paso fue la geología, ahora los paredones de roca volvía a verlos de lejos buscando estratos, pliegues, fracturas, etcétera.  Y ahora, a consecuencia de la sabina que encontré en la base de una de estas paredes después de que se desplomara la repisa en la que enraizaba, lo me permitido poder contar sus anillos para comprobar que era bastante vieja (632 anillos de crecimiento), busco sabinas con aspecto interesante: troncos retorcidos, enroscados, con crecimientos decididamente colgantes, pues algunos de estos rasgos es posible que estén relacionados con la edad. Así a base de mirar compruebas que hay paredes abundan sabinas y paredes  donde lo que abundan son carrascas y bojes, no hay árboles voladores pero parece dado la situación de algunos de estos árboles, si que debe haber semillas voladoras o que llegan volando.
La explicación de como llega la semilla de sabina a una grieta  de una pared es sencilla, sus frutos (gálbulos) son pequeños y diseñados para que las aves frugívoras se los coman y después en sus excrementos quede la semilla intacta, si el ave se posa en las paredes de roca es fácil que ahí queden sus excrementos y si el lugar tiene posibilidades ( una grieta o una repisa con algo de suelo) la semilla germinará  y enraizará, y seguramente que ahí tengamos una sabina durante mucho, mucho tiempo.
        

      Pero el problema es como llegan las semillas de las carrascas, las bellotas, a la pared rocosa; antes se decía que provenían de las carrascas que había en lo alto del cortado, una combinación de la gravedad y suerte posibilitaba que la bellota llegara a una repisa o grieta donde germinar. Cómodamente recostado sobre una piedra observo una pared con abundantes carrascas, se ve que la cosa es difícil, posible en algún lugar, pero imposible en extraplomos o simplemente cuando no hay carrascas en la alto del cortado y ni las ha podido haber pues la pared es parte de un peñasco rocoso. Las bellotas son semillas grandes, pesadas, sin “accesorios” para que el viento las transporte ni para engancharse a los animales y viajar con ellos, son masticadas y roídas por los mamíferos y aunque las aves se las tragan enteras no superan la prueba de sus jugos gástricos, por lo que no pueden ser llevadas de forma involuntaria por animales.
La evidencia entonces es que alguien las ha llevado de forma voluntaria, volando, y no para hacer un jardín vertical. Un candidato son las palomas, viven en cortados de roca, tiene un tamaño adecuado pero se alimenta de bellotas tragándoselas y ahí se acaba la historia. Hay que pensar alguna especie que las esconda, aprovechando que carrascas son veceras, es decir tienen una producción de frutos irregular con épocas de gran abundancia que es cuando aves como el arrendajo las esconden para comérselas en un futuro cuando escaseen. El arrendajo es un gran dispersor de bellotas y dado que no se acuerda del lugar de muchas de las bellotas escondidas estás pueden germinar; pero el arrendajo es una especies forestal, y no es muy frecuente verlos en roquedos.


Como la pregunta me pica yo pregunto a los aficionados a las aves, me confirman lo del arrendajo pero también me hablan del cuervo que tiene una costumbre parecida, un tamaño muy adecuado y frecuenta mucho los roquedos, ya más satisfecho solo me queda ver a un cuervo escondiendo bellotas en una grieta, como origen de las carrascas voladoras pero, …. y ¿ el boj como llega a las paredes de roca? .

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