Olivo ardiendo en el interior del tronco, mientras las hojas permanecen "intactas". |
La primera
vista es que hay zonas donde han desaparecido las hojas de los árboles e
incluso la hojarasca del suelo, los troncos presentan levantamientos de la
corteza y restos blancos de la combustión, en estas zonas el fuego ha sido
intenso y/o duradero, por lo que las plantas incluso las más resistentes
parecen comprometidas; en cambio muy cerca puede haber rodales donde el fuego
ha insistido menos, los árboles con la corteza negruzca pero sin levantar,
aunque lo pueda hacer tiempo después, conservan hojas aunque secas y en la
hojarasca reconocemos aún de que especie provenían cada una, algunos arboles
conservan hojas verdes, aunque a lo mejor mueran después.
Lo más llamativo
son los troncos de los olivos, la práctica totalidad han ardido por dentro y
aún varias horas después de paso del fuego están ardiendo en ascuas en su
interior; sin embargo las hojas no solo no se han quemado sino que aún están
verdes, en todos estos árboles el interior debía estar hueco y/o podrido a
pesar de ser árboles en producción; lo mas curioso es que en algunos casos no
había casi combustible alrededor y el interior prendió antes que las hojas.
Los árboles de
corteza gruesas han sido los mas resistentes al fuego, la corteza es un buen
aislante y mejor si ya han tenido alguna experiencia de fuego en el pasado que
habrá estimulado al árbol para que sea más gruesas aún, en estos casos y
mientras el fuego no alcance sus copas, ni altas temperaturas, ni este mucho
tiempo estos árboles no se verán afectados; esta es la estrategia de árboles
como la carrasca el roble, y en especial
del alcornoque aunque este solo se da en zonas no muy frías y de suelo
silíceo.
Junto a ellos hay pequeños arbustos que han ardido con
violencia, de los que no queda más que el arranque carbonizado de sus tallos
como ocurre con las aligas; aunque parezca mentira esta es otra estrategia, no
se trata de evitar los daños del fuego se trata de arder y hacer que ardan las
plantas de alrededor, estas plantas no son suicidas están plenamente adaptadas
al fuego, y lo usan en beneficio propio y sobretodo de su descendencia.
Troncos blanquecinos y copas sin hojas por las altas temperaturas del fuego, estas carrascas será muy difícil que rebroten desde las ramas pero si lo harán desde el suelo. |
Él para nosotros paisaje desolado
después del fuego, es un territorio de oportunidades para estas plantas, sin
competencia por la luz, el agua y los nutrientes liberados por el fuego. Las
plantas del mundo mediterráneo con su veranos secos y calurosos donde los
incendios son una constante son “r que r”, resientes a los incendios (las que
menos) y sobre todo resilientes capaces de recuperarse, incluso necesitan de
fuegos periódicos para mantenerse en un territorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario