Chico conoce chica |
Otro ejemplo más conocido de este tipo de relaciones tan
intensas (y nutritivas) lo tenemos en la mantis religiosa: J.H. Fabre
(compañero de Charles Darwin) hace una emotiva descripción de su libro Costumbres de los insectos, “En cierta
ocasión sorprendí el horrible espectáculo siguiente: el macho, absorto en sus
funciones vitales, tenía a la hembra estrechamente enlazada; pero el desdichado
estaba sin cabeza, no tenía cuello y ni casi pronoto (la parte anterior del
tórax). La otra, con el hocico vuelto hacia el dorso, continuaba royendo
apaciblemente los restos de su dulce amante. En aquel pedazo masculino,
sólidamente agarrado, seguía su horrible trabajo.
El amor es más
fuerte que la muerte, han dicho. Este aforismo, tomado al pie de la letra,
jamás ha recibido confirmación más brillane. Un decapitado, un amputado hasta
la mitad del pecho, un cadáver, persiste en querer dar la vida. No soltará la
presa hasta que le hayan empezado a comer el vientre, lugar de los órganos
procreadores.”
Chico y chica se gustan |
Como siempre un hecho de la naturaleza lo
podemos interpretar de muchas formas, desde la visión de la pasión destructora
o la de alimentar a la hembra para que la puesta sea mejor, con lo cual aumenta
la posibilidad de que los genes del macho perduren en la siguiente generación.
Chica "gusta" (se come) al chico |
Hay otra interpretación más práctica que el macho posee alas le resulta más
fácil evadirse del final de la cópula, si se retira demasiado pronto cabe la
posibilidad de que otro macho copule con la hembra y desplace su semen y con
ello sus genes. Una forma de evitarlo (como ocurre en animales tan diferentes
como las libélulas o los perros) es continuar unido a la hembra después de la
eyaculación para asegurar la fecundación de los óvulos por sus espermatozoides.
Posiblemente el tiempo que tarda la hembra en alimentarse del macho con los
genitales clausurados, (recordemos que la hembra empieza a alimentarse de su compañero por la cabeza y
hasta que prácticamente no ha finalizado el banquete no se sueltan los genitales)
sea tiempo suficiente. Además a finales de verano seguramente le quedará poco
tiempo de vida al macho, por lo que es posible que sea mejor estrategia
asegurar primero la autenticidad de su descendencia y lo segundo favorecer que los huevos y la puesta se realice en las
mejores condiciones para la hembra, en
este caso está bien alimentada, pues el
tamaño del macho es la mitad de la hembra y, a diferencia de las arañas, ya no
es un simple aperitivo.
Y, olvídense de esta entrada, cuando su
pareja les diga: “cariño te comería”, pues es seguro que en este caso si sea
una metáfora, ¿o no?.
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