jueves, 30 de octubre de 2014

ENGANCHADOS


Fruto del abreojos Xanthium spinosum
Al igual que las plantas usaban a los animales, por ser un método más eficaz que el viento para la polinización, para la dispersión de las semillas también los van a usar, aunque con una serie de modificaciones. En especial por el tamaño del producto, el polen es ligero y se transporta fácilmente, en cambio los frutos y las semillas son más pesados por lo que los transportistas ya no pueden ser animales pequeños y ligeros como los insectos, entonces las plantas tienden a reclutar animales más grandes como los vertebrados, especialmente a las aves pues son las que mayor movilidad tienen. Pero no desprecian al resto, como mamíferos, peces, reptiles y solo los anfibios quedarán fuera del aprovechamiento, aún así en algunos casos vuelven a reclutar a los insectos, especialmente a las hormigas.
         Al igual que con el polen y la flor, el fruto y la semilla han evolucionado para adaptarse al método de dispersión. Para el transporte, hay que diseñar el producto para que el animal lo transporte aunque no quiera y a veces incluso con molestias, o bien darles algo a cambio, por ejemplo alimento. Los animales pueden entonces realizar el transporte en el exterior de sus cuerpos o incluso en el interior, y nosotros los humanos no somos una excepción en ninguno de los dos casos.
        
Fruto del abrojo Tribulus terrestris 
     Seguro que todos recordaran la experiencia de pasar entre hierbas secas y salir llenos de una bolitas pinchosas que se enganchan en nuestra ropa, en especial en los tejidos de punto, y también se pueden enredar en el pelo, incluso en el vello de las piernas. En este preciso momento, algunas plantas nos acaban de usar para la diáspora de sus semillas. En el peor de los casos para la planta, nos las quitaremos en seguida pero seguramente ya unos metros más lejos, en el mejor de los casos no nos daremos cuenta y lo haremos lejos, incluso si no nos las quitamos con el tiempo se abrirá el fruto y la semilla caerá, la planta ha conseguido que transportemos sus semillas y sin darnos nada a cambio. Este método lo usan algunas gramíneas como la cola de rata o las espiguillas, leguminosas rastreras (Medicago truncatula) o compuestas como las cachurreras . Es conveniente que veamos uno de estos frutos detenidamente, y veremos unos pelos o unas espinas curvadas en su punta, llamados ganchos reflejos con los que se enganchan y están originados a partir de diversas partes de la flor según cada especie: carpelos, estilos, sépalos o brácteas. Si nos recuerdan al velcro, es que somos buenos observadores, este invento surgió (o es una copia) de esta forma de sujeción inventada por las plantas, que permite agarrase o soltarse con la presión.
Este método de enganche va bien para animales con pelo, mejor aun con lana, las ovejas han sido siempre un buen vector de difusión de plantas ahí donde las han llevado, de la montaña al llano o de un continente a otro, han esparcido las semillas que llevaban en su lana, si el lugar no era el adecuado la futura planta no prosperaba, pero si lo era podían convertirse en plaga. Este método de dispersión de las semillas es usado por arbustos o herbáceas, no por árboles pues hay pocas oportunidades en nuestras latitudes de animales con pelo entre sus ramas. Igualmente a muchas plantas rastreras les cuesta llevar sus frutos hasta el cuerpo peludo de los mamíferos por lo que algunas se conforman con las pezuñas, clavándose en ellas como el abrojo, (Tribulus terrestris), para lo que no necesita de ganchos sino que sus frutos sean espinas con forma de cuña, lo suficientemente punzantes para pinchar las ruedas de una bicicleta; en África incluso hay una planta con frutos cubiertos no de ganchos sino de unos espectaculares garfios, para engancharse en las patas de elefantes y rinocerontes. En todos estos casos el animal no solo realiza su papel de forma involuntaria, sino que además de no recibir ningún pago solo consigue molestias.

Fruto de la cachurrera Xanthium echinatum 

Aún hay una forma de dispersión mucho más sutil y que nos afecta a nuestra especie los humanos. En nuestros desplazamientos podemos transportar entre otras cosas semillas, bien de una forma intencionada como alimento, plantas de uso industrial o simplemente ornamentales, con ellas transportamos muchas veces otros pasajeros, así la dedalera llego a Suramérica confundida con otras semillas para formar pastos. Otras en cambio se mimetizan con las semillas que utilizamos normalmente, así muchas “malas hierbas”, han ajustado su ciclo al de los cereales con los que comparten los campos de cultivo, incluso las semillas son parecidas y en especial en cuanto a su tamaño y peso, por lo que durante la selección, “porgar”, antes de la siembra pasan con las elegidas de los cereales, así cada vez que se extiende un cultivo se extienden sus plantas asociadas, pero no deseadas.

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