Fruto del abreojos Xanthium spinosum |
Al
igual que las plantas usaban a los animales, por ser un método más eficaz que
el viento para la polinización, para la dispersión de las semillas también los
van a usar, aunque con una serie de modificaciones. En especial por el tamaño
del producto, el polen es ligero y se transporta fácilmente, en cambio los frutos
y las semillas son más pesados por lo que los transportistas ya no pueden ser
animales pequeños y ligeros como los insectos, entonces las plantas tienden a
reclutar animales más grandes como los vertebrados, especialmente a las aves
pues son las que mayor movilidad tienen. Pero no desprecian al resto, como mamíferos,
peces, reptiles y solo los anfibios quedarán fuera del aprovechamiento, aún así
en algunos casos vuelven a reclutar a los insectos, especialmente a las
hormigas.
Al igual que con el polen y la flor, el
fruto y la semilla han evolucionado para adaptarse al método de dispersión.
Para el transporte, hay que diseñar el producto para que el animal lo
transporte aunque no quiera y a veces incluso con molestias, o bien darles algo
a cambio, por ejemplo alimento. Los animales pueden entonces realizar el
transporte en el exterior de sus cuerpos o incluso en el interior, y nosotros
los humanos no somos una excepción en ninguno de los dos casos.
Fruto del abrojo Tribulus terrestris |
Este
método de enganche va bien para animales con pelo, mejor aun con lana, las
ovejas han sido siempre un buen vector de difusión de plantas ahí donde las han
llevado, de la montaña al llano o de un continente a otro, han esparcido las
semillas que llevaban en su lana, si el lugar no era el adecuado la futura
planta no prosperaba, pero si lo era podían convertirse en plaga. Este método de
dispersión de las semillas es usado por arbustos o herbáceas, no por árboles pues
hay pocas oportunidades en nuestras latitudes de animales con pelo entre sus
ramas. Igualmente a muchas plantas rastreras les cuesta llevar sus frutos hasta
el cuerpo peludo de los mamíferos por lo que algunas se conforman con las
pezuñas, clavándose en ellas como el abrojo, (Tribulus terrestris), para lo que no necesita de ganchos sino que
sus frutos sean espinas con forma de cuña, lo suficientemente punzantes para
pinchar las ruedas de una bicicleta; en África incluso hay una planta con
frutos cubiertos no de ganchos sino de unos espectaculares garfios, para
engancharse en las patas de elefantes y rinocerontes. En todos estos casos el
animal no solo realiza su papel de forma involuntaria, sino que además de no
recibir ningún pago solo consigue molestias.
Fruto de la cachurrera Xanthium echinatum |
Aún hay
una forma de dispersión mucho más sutil y que nos afecta a nuestra especie los
humanos. En nuestros desplazamientos podemos transportar entre otras cosas
semillas, bien de una forma intencionada como alimento, plantas de uso
industrial o simplemente ornamentales, con ellas transportamos muchas veces
otros pasajeros, así la dedalera llego a Suramérica confundida con otras
semillas para formar pastos. Otras en cambio se mimetizan con las semillas que
utilizamos normalmente, así muchas “malas hierbas”, han ajustado su ciclo al de
los cereales con los que comparten los campos de cultivo, incluso las semillas
son parecidas y en especial en cuanto a su tamaño y peso, por lo que durante la
selección, “porgar”, antes de la siembra pasan con las elegidas de los
cereales, así cada vez que se extiende un cultivo se extienden sus plantas
asociadas, pero no deseadas.
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