Frente al frío los arboles bien dos estrategias igualmente válidas, mantener la hoja (abetos), o desprenderse de ella (hayas) |
A las plantas no
les gusta el frío, si el agua se hiela, aunque tengan nutrientes en el suelo no
los pueden absorber y no pueden realizar la fotosíntesis, por ello con frío
descansan y no crecen; las plantas tropicales harán esta parada temperaturas
relativamente altas mientras que las plantas alpinas y boreales la harán
prácticamente en el punto de congelación.
Los fríos
previsibles del invierno no suelen ser un problema, las plantas de las zonas
templadas y frías están preparadas para soportarlos mientras dura la estación,
y combinan dos estrategias muy diferentes pero que funcionan. Las plantas de
hoja perenne han ido desarrollando una serie de protecciones para evitar daños
en su hojas, las plantas caducifolias simplemente se deshacen de su hojas, así
evitan daños pues algo que no tienes no puede causar problemas; pero cada
estrategia tiene sus ventajas e inconvenientes.
Cuando la planta mantiene la clorofila, aunque sea en el tallo como en esta retama loca, debe protegerla; a cambio en los periodoss buenos podrá realizar la fotosíntesis |
Los árboles de
hoja perenne invierten mucho esfuerzo en dotar a su hojas de protecciones contra
el frío y la desecación, por lo que suelen ser hojas duras y correosas que deben
durar varios años, 7 en algunas coníferas; a cambio pueden aprovechar los
periodos cálidos del invierno para realizar la fotosíntesis y en primavera
pueden comenzar antes a crecer (periodo vegetativo). Por ello las coníferas
dominan en ambientes extremos como la alta montaña, donde el pino negro es la
especie arbórea que más asciende, y es capaz de soportar condiciones más
adversas, de hecho alguien dijo de esta especie que era capaz de sufrir más sin
llegar nunca a morir.
Los árboles de
hoja caduca en cambio tienen hojas muy sencillas, no invierten en protecciones
contra el frío y muchos de ellos tampoco contra la desecación, antes de su
caída la planta absorbe todos los elementos reutilizables y deposita en ella sustancia
de desecho, además tienen prevista la zona donde se desprenderán las hojas para
no dejar orificios abiertos en la planta, pero ante esta actitud “desprendida” la planta se asegura de proteger bien las yemas
(preparadas con uno o dos años de antelación) de donde saldrán las nuevas hojas
incluso con anticongelantes como la glucosa, en contra no podrán aprovechar los
periodos cálidos del invierno y en la primavera antes de comenzar con la
función clorofílica y a crecer han de desarrollar las hojas, por lo que les
cuesta más ponerse en marcha.
(ver también http://territorioinquieto.blogspot.com.es/2013/10/caduca.html)
(ver también http://territorioinquieto.blogspot.com.es/2013/10/caduca.html)
Las plantas caducifolias no necesitan proteger a sus hojas del frío, así reducen esfuerzos e inversiones |
Esta parada de
la actividad en las plantas leñosas por el frío queda registrada en la madera,
en forma de anillos de crecimiento, más visibles en las coníferas; a través de
los anillos no solo podemos saber la edad del ejemplar sino también hacernos
una idea de los años buenos y malos en cuanto al clima, eso si cuando la planta
esta en parada, no crece, luego no forma anillo, por lo que tampoco registra
información de ese periodo de tiempo.
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