Lo que queda de hielo del glaciar del gallego, bajo la Quijada de Pondiellos (Infiernos), a la derecha morrena |
Los glaciares
son consecuencia de largas épocas de grandes nevadas invernales y/o veranos
fríos en los que no se llega a fundir la nieve; esta se acumula en las
cabeceras de los valles, de ellas solo sobresalen las cimas más altas con su
característico aspecto de rocas rotas, formando agujas y crestas llenas de
aristas, son los nunatak (del
inuktiyut pico solitario).
Como en nuestro caso vamos a seguir el glaciar del
Gállego comenzamos con los picos que rodean el Balneario de Panticosa
(Infiernos, Gran Facha, Batanes, etc.) y que bordean las depresiones interiores
llenas de nieve, que forma los circos
glaciares, como los de los Lagos Azules, el de Bramatuero, Argualas,
etc.
La nieve acumulada es tanta que su propio peso hace que
cambie de estructura, los cristales en forma de estrella de la nieve se rompen,
hay menos aire entre ellos y se transforma en un hielo relativamente plástico.
Ante el empuje de nuevos aportes de nieve, esta se desborda sobrepasando el
umbral del circo y comienza un lento viaje valle abajo; el efecto de toneladas
de hielo en la roca hace que, por muy dura que sea, se arranquen trozos de
esta, estos trozos bajo el peso del hielo de la lengua glaciar contribuirán a
desgastar las rocas sobre las que se desliza, limando sus cantos y dejándolas
redondeadas, (Bozuelo, zona del puente sobre el rio Caldarés). Como la presión
de la lengua de hielo es uniforme dejará un valle en forma de artesa con
paredes verticales visibles cuando el hielo se retire. Nos podremos hacer una
idea de hasta donde llegaba el espesor del glaciar observando estas rocas
redondeadas que contrastan con las de bordes agudos que forman picos y crestas
que se encontraban por encima del hielo.
Roca madre de granito redondeada por la abrasión glaciar en Bozuelo |
La fricción de los trozos de rocas dejará un fino
sedimento (harina de glaciar) y
estrías en la roca madre que nos indican la dirección que siguió la lengua
glaciar. Pero hay rocas con suerte, han caído sobre el glaciar y este las
transporta con mimo, como si fuera una cinta transportadora, sin agitarlas, sin
friccionarlas contra las paredes del valle. A veces son grandes rocas de varias
toneladas y ahora las encontramos tras la fusión de la lengua glaciar lejos de
su origen, con aspecto anguloso y sin señales de haber rodado durante su
transporte, son los bloques errantes,
como los del Balcón de la Reina, el mirador sobre el balneario.
Desde este lugar vemos como a la lengua glaciar que
provenía principalmente de los circos de
los Lagos Azules y de Bramatuero, por lo que ahora es el rio Caldarés, se unen
las de Brazatos y Argualas, todas confluyen en el Balneario de Panticosa que no
es un circo glaciar propiamente dicho, aquí el duro granito debilitado por una
gran fracturación del mismo unido al peso del hielo de varias lengua glaciares
produjo esta cubeta de sobreexcavación.
1 Cubeta de sobreexcavación glaciar del Balneario de Panticosa, 2 valle colgado de las Argualas. |
Desde nuestro mirador podemos ver como el valle de las
Argualas desemboca a través de un notable escarpe, este valle se quedo así colgado
pues la zona del balneario estaba ocupado por hielo, por lo que esta lengua
glaciar secundaria carecía de desnivel y por lo tanto fuerza erosiva excavar un
cauce más bajo que se igualara con el de la cubeta del Balneario de Panticosa.
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