En los primeros tiempos de la vida en la Tierra, esta se desarrollaba siempre bajo el agua, la atmósfera era demasiado tenue y no filtraba los UV mientras que el agua sí. |
El
problema de los rayos UV no es tanto su capacidad de quemarnos, esto ya nos
indica su energía, sino la capacidad de producir no solo envejecimiento,
arrugas o manchas en la piel, sino de alterar el ADN de las células de nuestra
piel. Nuestro metabolismo funciona en base a unos elementos y compuestos
químicos que reaccionan buscando un equilibrio a través de reacciones y
combinaciones. Si añadimos más energía esto permite otras reacciones entre los
mismos componentes aunque estas no sean favorables con la vida tal y como la
concebimos. Los UV son capaces de cambiar la información del ADN de las células de
nuestra piel, entonces las células se desarrollan aisladas, en lugar de comunicarse y trabajar con las demás lo hacen de una forma no viable para el conjunto. El
problema principal es que “la piel tiene memoria”, si ha sido afectada por los
UV, es posible que su efecto se manifieste tiempo después, incluso cuando ya no
nos exponemos tanto al sol. En mi caso la memoria de mi piel “recordó” las
quemaduras del sol playero de niño, en esa época nuestras madres nos protegían
del sol con crema NIVEA (era lo que había), que se combino muchos años después
con un tratamiento de radioterapia para curar un linfoma.
Pero
hay que tener cuidado los UV no siempre son de la misma intensidad, influye el
momento del día, la situación geográfica, etcétera. La atmósfera por el oxígeno
y el ozono que contiene son un gran filtro (no así las nubes), cuando la
atmósfera es más tenue como por ejemplo en capas altas de la atmósfera los
efectos de los UV son mayores, recordar con la facilidad que nos quemamos en la
alta montaña a pesar de que hace frio. También el agua es un buen filtro, al
atravesarla estos van desapareciendo de hecho en la primera época de la vida en
la tierra esta se encontraba en el agua o mejor dicho bajo ella pues con una atmósfera
con menos oxígeno que la actual la vida sobre la tierra era imposible y solo
podía desarrollarse bajo un cierto espesor de agua para que esta funcionara
como filtro; hay que recordar que sin embargo su superficie los refleja,
aumentando entonces la cantidad de estos que recibimos, (los rayos incidentes más los reflejados), como ocurre
también sobre la nieve, la arena o cualquier superficie reflectante.
No todas las nubes , a pesar de estar formada de vapor de agua filtran los UV |
Esto
del moreno es una cosa cultural y de modas, mi padre que trabajo en el campo
hasta que fue a la mili, me comentaba que él siempre iba con la camisa
completamente abrochada y las mangas bajadas, con un gran sombrero de paja y
solo se afeitaba al llegar el domingo cuando iban a la ciudad, Valladolid; así
allí lucia su rostro no moreno, por aquel entonces la piel bronceada era
sinónimo de campesino, la gente rica y que vivía en la ciudad tenía la piel
blanca, el sueño de cualquier mujer era la piel tan blanca que se les
trasparentara el azulado de las venillas bajo la piel, de ahí lo de la sangre
azul. Sin embrago yo recuerdo a mi padre jubilado como adorador del sol,
siestas en verano a pleno sol, y su tez morena, muy morena ya como síntoma de
una vida con tiempo para estar al sol sin trabajar. Hoy día el moreno uniforme en
el cuerpo es un marcador de estatus y como tal se exhibe, en especial si tu
piel es blanca y lo has conseguido a base de esfuerzo, pues hay que dedicarle
tiempo y no vale cualquier lugar, preferible playa o piscina, mientras tanto no
puedes trabajar. Y las personas
poseedores del “morenazo” lo exhiben satisfechas y con descaro, como
quien cuenta el dinero delante de los pobres, sin importarles las advertencias
médicas, hasta que es demasiado tarde.
Las plantas filtran el exceso de rayos solares tanto la luz blanca par reducir la fotosíntesis cuando tiene escasez de agua como los UV |
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