miércoles, 3 de agosto de 2016

EL MUNDO PERDIDO (BARRANCOS DEL PREPIRINEO) y II



Triton pirenaico escondido bajo las piedras sumergidas
Llegamos ya a la zona de escarpes de roca y encontramos una vegetación muy especializada, son plantas que enraízan en las grietas de la rocas; aquí viven algunas plantas con una distribución muy restringida, destaca un pariente del ñame (Borderea chouardii) que vive en una zona muy concreta de un congosto, el de Escales y en ningún otro lugar del mundo. Otra planta destacable es la oreja de oso, en los veranos secos la planta se seca y la daríamos por muerta, pero tras un aguacero revive, sus hojas se vuelven turgentes y retorna el verde de la clorofila e incluso vuelve a florecer, la reviviscencia es muy rara en  plantas con flores siendo más propias de algunos helechos, musgos y líquenes.
En los rezumaderos aparecen plantas muy primitivas como musgos, algunos con un aspecto de algas, helechos como el culantrillo y una planta insectívora, la grasilla, ya que el suelo lavado es pobre en nitrógeno y la planta lo soluciona atrapando insectos en su hojas pringosas desde la cuales absorbe los nutrientes proporcionados por el animal. En muchos lugares el carbonato cálcico disuelto en el agua se precipita al salir al exterior, a veces son solo chorreras sobre la roca con una pátina negruzca de algas microscópicas, en otras, favorecidas por la vegetación, forma una roca porosa, la tosca, que crece con su vegetación particular como los juncos y la yerba escoba, una gramínea propia de suelos encharcados.
Colonias de algas cianocífeas cubren la roca y le dan un tacto resbaladizo 
Ya en la orilla del agua las plantas están expuestas a la fuerza de la corriente y a inmersiones durante las crecidas, los sauces colonizan las orillas de cantos rodados y sus tallos flexibles y hojas estrechas ponen poca resistencia a la fuerza agua del evitando así el ser arrancados durante las crecidas.
Bajo el agua, en zonas de remansos, encontramos un alga con un aspecto que recuerdan pequeños candelabros (Chara sp.), y lo demás son plantas con flores pero que viven bajo el agua, el tamaño de su hoja depende de su situación con respecto a la corriente, incluso hay plantas con dos tipos de hoja, una ancha fuera del agua y otra  muy estrecha para debajo.
Los barrancos son un mundo fascinante donde en muy poco espacio podemos encontrar estrategias vitales muy diferentes puesto que las condiciones ambientales cambian mucho en muy poco espacio, a veces parece un caos organizado donde viven en vecindad plantas de orígenes muy distantes y requerimientos al parecer muy diferentes, pero aquí encuentran buenas condiciones para convivir y compartir el territorio. Una isla húmeda y abrupta que rasga las lomas secas y redondeadas por la erosión de estas sierras.

Las plantas subacuáticas se distribuyen según disminuye la fuerza de la corriente (de izquierda a derecha), fondo cubierto de cianocifeas sobre la roca, Potamogeton sp. de hojas my estrechas y Groenlandia densa en la zonas más resguardadas y con menos corriente
La fauna que encontraremos será la propia del monte o la que aprovecha las paredes de roca como zona de anidamiento, el caso de buitres y otras rapaces o como lugar alimentación como el treparriscos, el roquero solitario. Es en el agua donde encontraremos a los organismos más característicos: los peces como los barbos, madrillas y bermejuelas, y las truchas, en los cursos de aguas más frías, aunque tienen limitada su presencia por los saltos de agua que no pueden superar; las anguilas, desde la construcción de las grandes presas del Ebro, se han convertido en un recuerdo. Los anfibios necesitan lugares con agua para depositar sus puestas y que sus renacuajos se desarrollen, la rana común nos ameniza el recorrido con sus saltos a refugiarse en el agua, y el sapos solo son visibles para realizar sus puestas de huevos. Tal vez el animal más representativo sea un tritón, el pirenaico, también presente en las sierras, a diferencia de otros tritones es eminentemente acuático y aunque lo solemos encontrar en aguas remansadas esta plenamente adaptado a la corriente: carece de crestas, tiene el cuerpo aplanado, los dedos terminados en uñas, no flota, todo para poder vivir en el fondo y no ser arrastrado por la corriente, y necesita de aguas muy oxigenas, por lo tanto frías y con corriente. Dos reptiles aprovechan el medio acuático, los dos son dos serpientes inofensivas, una procura confundirnos con su aspecto de víbora y la otra nos atufa con su olor desagradable si la agarramos.
Los invertebrados son los grandes desconocidos a pesar de su abundancia, solo destacar en los insectos la estrategia de vivir en el agua, especialmente como larva, pero ser capaces de volar de adultos para encontrar nuevos lugares.
Los barrancos son pues un “mundo perdido”, islas de emoción y aventura, lugares extraordinarios y ricos en diversidad pero frágiles, no ante sequías o riadas pues son parte de su naturaleza sino ante la presencia humana; por un lado el exceso de presión física, pero por otro y tal vez peor, por la parte que tiene de descubrimiento esta actividad que los barrancos se conviertan en el paisaje invisible de un aquapark. 


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